Ciudad de México. La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) prevé que la producción automotriz finalice 2021 con una caída anual de 2.3 por ciento en su producción y con un crecimiento marginal de 0.5 por ciento en sus exportaciones.
Datos del organismo indican que en todo el año pasado México fabricó 3 millones 40 vehículos ligeros, 20.2 por ciento menos que en 2020; al tiempo que envió al extranjero 2 millones 700 unidades, lo que representó una caída de alrededor del 20.9 por ciento.
De esta forma, la AMIA destacó en un comunicado que la industria automotriz mexicana regresará a los niveles de producción y exportación que tenía hasta antes de la pandemia de Covid-19 hasta 2024.
“El 2020 marcó la peor crisis que jamás haya afectado a la industria automotriz y este 2021 continuó siendo un año retador”, apuntó el organismo.
En México, la industria automotriz genera 960 mil 746 empleos, directamente beneficiando a 3.5 millones de hogares. De estos, más de 100 mil son de la industria automotriz terminal, mientras que más de 860 mil forman parte del sector de autopartes, carrocerías y remolques.
A inicios de 2021, dijo José Zozaya, presidente de AMIA, se presentaron pronósticos favorables para una recuperación segura para final de año; sin embargo, los retrasos tanto de vacunación, así como la escasez de los semiconductores afectaron dicho escenario.
Barreras
El representante del sector destacó que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) brinda a la industria oportunidades únicas en materia de regionalización, pero también hay diferencias en cuanto a las reglas de origen, lo cual debe solucionarse a la brevedad respetando los establecido en el texto del acuerdo.
Otro reto para la industria, indicó Zozaya, son las recientes acciones para regularizar los vehículos ilegales, dado que eso genera una afectación al patrimonio de los ciudadanos propietarios de vehículos en el país, quienes cumplen con sus obligaciones fiscales, que además puede beneficiar a organizaciones criminales e incrementa la “basura vehicular”.
Añadió que la iniciativa de reforma a la Ley de Industria Eléctrica, también representa un gran reto para la industria automotriz, pues México se ha caracterizado por ser un país competitivo y atractivo para la inversión extranjera directa, siendo uno de los motores para el crecimiento y desarrollo del país a través de la generación de divisas de la economía mexicana.
“La iniciativa de reforma podría afectar dicho estatus del país, ya que, debido a estos compromisos internacionales y metas globales, la inversión futura se está viendo amenazada si el país no demuestra su compromiso con energías limpias y reducción de emisiones”, puntualizó el presidente de AMIA.