Aunque el ajolote de Xochimilco (Ambystoma mexicanum) se encuentra limitado de manera local, no se puede hablar de que esta especie esté por desaparecer, porque aún existe material genético y organismos en laboratorios que se utilizan para realizar investigación y reintroducirlo en esa zona, afirmó el investigador del Laboratorio de Microbiología Ambiental de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, Diego Chaparro Herrera.
El académico universitario participa en el proyecto de investigación “Gestión e identificación de problemas clave en sitios seleccionados para la reintroducción sostenible del ajolote 2019-2022”, que busca restaurar el ecosistema en el cual se desenvuelve y las interacciones que tiene con otros organismos, por ejemplo con el zooplancton, fitoplancton y las macrófitas, a fin de modificar la calidad de los sistemas acuáticos.
Chaparro Herrera indicó que como parte de la investigación, financiada por Earthwatch Institute, EY (organizaciones ambientales estadounidenses) y REDES (Restauración Ecológica y Desarrollo) se brinda asesoría a los chinamperos mediante talleres para cultivar sus hortalizas y plantas ornamentales, a partir de un enfoque más orgánico.
Además, estas asociaciones les comparten estrategias de marketing para una adecuada y justa comercialización de sus productos para obtener mayores ingresos.
También les otorgan recursos, como la instalación completa de baños secos o ecológicos, para que los desechos no se depositen en los sistemas acuáticos; y además les enseñan a utilizar estos residuos en el cultivo de sus plantas ornamentales, como el cempasúchil y la nochebuena. Eso es gratificante: conservamos el ambiente en Xochimilco y podemos empezar a trabajar la reintroducción, enfatizó Chaparro Herrera.
Es un anfibio urodelo; es decir, está provisto de cola, tanto en estado larvario como en la adultez, y posee cuatro patas. Lo más importante es que 22 especies habitan en México, 17 de las cuales son endémicas de nuestro país, principalmente en el Eje Neovolcánico: los estados de Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, México, Querétaro, Michoacán y la Ciudad de México, precisó el investigador.
Sin embargo, el desastre ecológico en los canales de Xochimilco, en particular, y el incremento de la temperatura por el cambio climático, acaban con las poblaciones de esas especies, las cuales se reproducen en los meses de frío, aunque las variaciones del clima les afectan de manera sustancial.