Tegucigalpa. Xiomara Castro, la virtual presidenta de Honduras, no tendrá mayoría en el Congreso lo que le dificultará impulsar las reformas legislativas que prometió durante la campaña, entre ellas una ley que obstruye la lucha contra la corrupción, por lo que tendrá que negociar con la oposición, dijeron analistas y dirigentes de su partido.
El Partido Libertad y Refundación (Libre) que nominó a Castro y sus aliados obtuvieron 60 de los 128 asientos legislativos, con más de 90 por ciento de las urnas escrutadas hasta el sábado, según el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Este resultado, no permite a Libre, liderado por el esposo de Castro el expresidente Manuel Zelaya, la mitad más uno de los votos necesarios para nombrar a los directivos de la cámara, ni reformar o derogar leyes.
"Estamos en negociaciones", dijo el dirigente de Libre, Gerardo Torres.
"Es muy probable tener una alianza con el Partido Liberal (una de las principales fuerzas de oposición), en principio para elegir la junta directiva del Congreso", comentó.
Los 60 diputados que respaldan a Castro en el Congreso tampoco serán suficientes para elegir a los miembros de una nueva Corte Suprema de Justicia, a un nuevo fiscal general del Ministerio Público, ni a los magistrados del Tribunal Superior de Cuentas.
"La nueva presidenta y la alianza que la apoya tendrá que negociar constantemente con partidos de la oposición", dijo el analista y exmiembro del CNE, Denis Gómez.
Castro, que asumirá el 27 enero, ofreció en su campaña impulsar una serie de cambios legislativos, que incluyen derogar el Código Penal, que bajó las penas por enriquecimiento ilícito y el lavado de dinero, y una ley que limita el acceso a información pública.
Ambas legislaciones fueron impulsadas durante la gestión del actual mandatario Juan Orlando Hernández, quien arrastra con acusaciones de corrupción y vínculos con el narcotráfico.