Patrick Mahomes lanzó un pase corto a Travis Kelce para hacer la anotación que le dio la victoria a los Jefes de Kansas City por 34-28 sobre los Cargadores de Los Ángeles, en tiempo extra, y conservar la cima del Oeste en la Conferencia Americana.

Los campeones de la AFC sumaron su séptimo triunfo consecutivo en el comienzo de la semana 15 de la NFL y en camino a los playoffs al poner sus números 10-4 frente a sus adversarios de división (8-6).

No fue un gran partido de Mahomes, pero el mariscal de los Jefes se sobrepuso con tres pases a las diagonales, dos a Kelce y uno a Tyreek Hill, aunque fue su ala cerrada el que se llevó la noche en el Sofy Stadium con el touchdown en la prórroga, además de haber acumulado mil yardas en su carrera.

Justin Herbert mandó dos pases a la zona roja y logró una anotación, pero fue la defensiva de Cargadores que por momentos puso en aprietos a Kansas como la increíble intercepción a una mano de Uchenna Nwosu a Mahomes que originó la anotación terrestre de Austin Ekeler.

Apenas comenzaba el partido cuando el conjunto californiano sufrió la baja del ala cerrada Donald Parham, quien cayó de espaldas en la zona de anotación y se pegó en la nuca con su casco al momento de atrapar el pase de Herbert.

Quedó conmocionado y los médicos le pusieron un collarín antes de salir en camilla rumbo al hospital donde se encontraba estable y se sometía a análisis por una lesión en la cabeza, reportó Ap.

Parham alcanzó a tocar con las manos un pase de cinco yardas que le lanzó Herbert a la zona de anotación, en cuarta y gol. Sin embargo, soltó el balón cuando su nuca impactó el terreno.

Un acercamiento realizado por una de las cámaras de la transmisión televisiva mostró al jugador con los ojos cerrados y la boca abierta. Un compañero trató brevemente de moverle el brazo izquierdo a Parham, pero se percató de que la extremidad había quedado rígida y flexionada.

Los kinesiólogos y el personal médico retiraron la careta del casco de Parham y lo colocaron en una camilla. Los brazos del jugador de 24 años temblaban cuando se le retiró en un carrito, ante gestos de evidente preocupación de los jugadores de ambos equipos.

Parham, en su segundo año con Los Ángeles, fue llevado al Centro Médico Harbor-UCLA, donde se le harían varios análisis, incluidas pruebas de imagenología.