Ciudad de México. Hablar de motos es reconocer que la posibilidad de caer está latente kilómetro a kilómetro, en especial en el tránsito cotidiano de ciertas zonas, tan solo, la Secretaría de Movilidad (Semovi) en su último reporte, reveló que el 34 por ciento de fallecidos en accidentes viales, son motociclistas.
Ciertamente la cifra es alarmante; inclusive la Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica como factores que aumentan el riesgo de lesiones o decesos entre los riders, al exceso de velocidad, no usar casco y conducir bajo los efectos del alcohol.
El equipo de seguridad, pocas veces es considerado como uno de los aliados para los conductores de los caballos de acero; sin embargo, Luis Rodríguez, experto en equipo y sistemas de seguridad para motociclismo, reconoce que, “esta industria en México, cada vez se familiariza más con dichos temas, sin embargo; hay mucho por concientizar para salvar vidas”.
Para Rodríguez, “actualmente hay dos caminos, el feo; cuando tras la caída se aprende, y en consecuencia, lo primero que se hace es adquirir equipo que salvaguarde la integridad del conductor; y el otro, donde todos los involucrados en esta industria, tenemos la obligación moral de informar, creando conciencia que salve vidas”.
En su propia experiencia, el representante en México de la firma argentina Punto Extremo, comentó que, “una operación en hospital particular de alguna fractura en las extremidades, podría costar entre 60 y 100 mil pesos aproximadamente, en cambio con la mitad de ese recurso, el motociclista puede adquirir un equipo de protección completo de gama media.
“En el ADN de Punto Extremo, como pilar principal, está la seguridad antes que el color, el estampado o cualquier elemento estético. Nos preocupamos por encontrar un producto que sea seguro para el mercado y que además sea accesible para el bolsillo de los usuarios”.
Tras la ausencia del uso de caso por sentir irresponsablemente la adrenalina al rodar sin esas protecciones que hacen la diferencia entre una experiencia común del rider —las caídas—, y una que lamentar; el experto en seguridad, agregó que, “un casco está mejor en la cabeza de los motociclistas, que en los estantes.
“Aquellos que tienen cascos de alta gama, buscan otra opción para el día a día; es así como van conociendo sobre seguridad, y después de elegir otros productos, se acercan a nosotros por las certificaciones, el diseño y el costo”.
El objetivo para Luis Rodríguez, es “salvaguardar a los motociclistas y disminuir las cifras en accidentes viales donde se ven involucrados, por no contar con el equipo adecuado”, concluyó.