Ciudad de México. Las presiones inflacionarias y los aumentos a las tasas de interés afectará a los usuarios de los bancos en México y tendrán escenarios complicados para pagar sus deudas en los próximos trimestres, lo que resultará en un entorno desafiante para las instituciones de crédito que operan en el país en 2022, afirmó la agencia calificadora de valores, Moody´s.
“La recuperación económica en México se ha desacelerado y quedará rezagada en otros países grandes de la región. Junto con el aumento de las tasas de interés y la alta inflación, un crecimiento más lento probablemente afectará la capacidad de los prestatarios para pagar la deuda en los próximos trimestres, lo que resultará en un escenario desafiante para los bancos en 2022”, planteó.
De acuerdo con la calificadora de valores, los bancos mexicanos aún enfrentan riesgos elevados relacionados con la calidad de los activos derivados de una recuperación económica prolongada y desigual, una desaceleración del repunte del mercado laboral, el aumento de las tasas de interés y una inflación elevada.
“Sin embargo, el crecimiento moderado de los préstamos y los altos colchones de reserva y capital mantenidos por los bancos desde 2020 continuarán mitigando los riesgos derivados de una desaceleración económica en 2022”, precisó.
Moody´s expuso que la mayoría de los bancos mexicanos se han adaptado a los últimos cambios que impuso la pandemia y han cambiado sus carteras hacia combinaciones de préstamos menos riesgosas, lo que ayudará a contener las pérdidas crediticias ya que la actividad económica se mantiene por debajo de los niveles previos a Covid-19.
“La mayoría de los bancos mexicanos pueden hacer frente a los crecientes desafíos de riesgo de los activos. Los bancos siguen estrictos estándares de suscripción, están bien diversificados y estructuran sus exposiciones de manera que las pérdidas crediticias sean limitadas”, reconoció.
Además, dijo, las entidades de crédito han reaccionado rápidamente a la pandemia y la falta de apoyo del gobierno en México mediante una política de reducir la originación de préstamos a los segmentos más riesgosos y acumulando reservas para pérdidas futuras y colchones de capital, que mitigarán los aumentos futuros de las pérdidas crediticias.
No obstante, detalló, “una recuperación económica prolongada, una inflación creciente y tasas de interés más altas afectarán la calidad de los activos de los bancos mexicanos en los próximos 12 a 18 meses”.
Moody´s atribuyó la relativa debilidad al lento crecimiento de la inversión privada en México y las limitaciones de la oferta, que frenan la recuperación económica inmediata y limitan el potencial de crecimiento de México en el mediano plazo.
“La lenta recuperación económica limitará la tracción en los volúmenes de negocios de los bancos y afectará la capacidad de pago de los prestatarios, aumentando los riesgos de activos para los bancos mexicanos en comparación con otros países grandes de la región”, sostuvo la agencia.
En este sentido, comentó que la desaceleración del crecimiento económico aún pesará sobre la dinámica del mercado laboral en México y, como resultado, sobre el desempeño de los préstamos minoristas, en particular, las exposiciones de los consumidores no garantizados.
“Es probable que los trabajadores reciban un ingreso más bajo que las personas totalmente empleadas en el sector formal, una condición frágil que continuará agregando presión sobre la calidad de los activos en 2022”, agregó.