Ciudad de México. Profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) mantienen, por segundo día consecutivo, su jornada de movilizaciones en la Ciudad de México para exigir que acabe la política de “oídos sordos y puertas cerradas” para atender las demandas del magisterio disidente.
Por la mañana, decenas de maestros se concentraron en el cruce de Paseo de la Reforma y Bucareli, donde realizaron un acto de protestas, para posteriormente trasladarse a la Plaza de la Constitución donde los secretarios generales de la CNTE emitieron un pronunciamiento.
En un llamado a la unidad de todo el magisterio nacional, Pedro Gómez Bamaca, secretario general de la sección 7 de Chiapas, destacó que “enfrentamos un gobierno perverso que es aparentemente democrático, pero que mantiene una política de oídos sordos”.
Insistió en que el compromiso de los educadores de la CNTE es para “exigir la abrogación total de la mal llamada reforma educativa y por la demanda de salarios dignos para todo el magisterio, ya que se ha disparado los precios de los alimentos básicos y nuestro salario sigue estático”.
Previo a la inauguración del evento educativo en el que participaran Teresita Garduño, directora y fundadora de la escuela Paídos; Mauro Jarquín, politólogo y experto en temas educativos de la Universidad Nacional Autónoma de México; y el historiador Enrique Ávila, Pedro Hernández, secretario general de la sección 9 de Ciudad de México, destacó que a 42 años de creación de la CNTE, “mantenemos vigente los tres ejes que nos dieron origen y es la lucha por la democratización sindical, de la educación y del país”.
Destacó que la Cuarta Transformación “se niega a reconocer que hay una reforma neoliberal en la que todo cambia para que todo siga igual, es el gatopardismo en la educación y en muchos aspectos de la vida económica, política y social del país”.
Los dirigentes de la CNTE reafirmaron los acuerdos alcanzados en su Asamblea Nacional Representativa, que concluyó en las primeras horas de este martes y en la que “suscribimos, como maestros disidentes, que mantendremos la lucha por lograr una verdera democracia en el país y en la educación. No vamos a quitar el dedo del renglón ni a dejar de movilizarnos en las calles para lograr que se abrogue de finitivamente la mal llamada reforma educativa”.