Madrid. Verónica Forqué, una de las actrices españoles más queridas y respetadas, murió a los 66 años en su casa de Madrid. Las circunstancias de su muerte todavía no están claras, pero tanto la policía española como los responsables sanitarios que acudieron al llamado de emergencia sospechan que se trata de un suicidio. Forqué saltó a la fama cuando se convirtió en una de las actrices fetiches del cineasta Pedro Almodóvar, en los años ochenta y a partir de ahí desarrolló una prolífica carrera en la gran pantalla, sobre todo en el género de la comedia, así como en el teatro y en la televisión.
Alrededor de la una de la tarde, hora española, se registró oficialmente el fallecimiento de Verónica Forqué. Su última aparición pública fue un programa de televisión en el que concursaba como cocinera, Masterchef Celebrity, en el que se convirtió en uno de los principales ganchos para subir la audiencia. Se le veía en ocasiones triste y hasta demacrada, de hecho un día, de forma inesperada y cuando era una de las principales favoritas para ganar el concurso, anunció que abandonaba. Que se iba a su casa. Que su cuerpo “había dicho basta” y que volvería, si acaso, cuando estuviera más fuerte.
Desde entonces, el anunció lo hizo el 23 de noviembre pasado, no hizo apariciones públicas. Se encerró en su casa de Madrid, en la calle Víctor de la Serna, y no se supo nada de ella, pero sí se habló de su tendencia a la depresión, de que en el pasado ya había sufrido hasta tres profundas depresiones que le habían llevado incluso al hospital y que le obligaban a vivir con medicamentos y con asistencia psicológica.
Cuando llegaron los médicos de urgencias y la propia policía española se limitaron a certificar su fallecimiento. No pudieron hacer nada. Y el llamado, según se informó, fue para evitar un supuesto “intento de suicidio”, con lo que la principal vía de investigación para conocer los motivos de su muertes es precisamente la del suicidio.
Forqué era una de las actrices españolas más queridas por la audiencia, tanto por sus apariciones en cine, sobre todo en comedias, como en sus continuos papeles estelares en los teatros -que solía llenar casi siempre- y en las series televisivas. Su vida dio un vuelco cuando, en los años ochenta, recibió el llamado de Pedro Almodóvar -entonces un director experimental y en sus inicios- para protagonizar sus primeras películas, que algunos críticos sitúan en la cima de su trayectoria, como ¿Que he hecho yo para merecer esto? y Matador. Pero también protagonizó películas muy taquilleras de otros directores, como Bajarse al moro y La vida alegre, de Fernando Colomo, o El año de las luces, de Fernando Trueba.
Ganó numerosos premios, tanto en su trayectoria en el cine -hasta cuatro Premios Goya- , como en el teatro y la televisión, donde recibió los máximos reconocimientos de las Academias. En los últimos años, Forqué lamentó que tanto la industria del cine como teatro no dé más oportunidades a las actrices mayores, como ella, que nunca se resignó a que poco a poco se le fue orillando.
La muerte de Forqué provocó una enorme conmoción en España, con numerosas muestras de pesar tanto de artistas, actores, directores de cine y teatro, como de las principales autoridades del país, que elevaron su figura como una de las actrices más grandes de las últimas décadas.