Ciudad de México. Representantes de gobiernos de América Latina y el Caribe conocieron sobre la demanda civil presentada por México en contra de once empresas productoras y distribuidoras de armas “por prácticas comerciales negligentes que propician el tráfico de armas”.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que el viernes de la semana pasada se realizó una “sesión informativa” entre funcionarios mexicanos y embajadores latinoamericanos y caribeños acreditados en nuestro país en la que se dio a conocer el proceso interpuesto en agosto de este año ante una corte de Estados Unidos como una de las estrategias para frenar el paso ilícito de arsenal hacia México y la región.
La reunión fue encabezada por los consultores jurídico y jurídico adjunto de la cancillería, Alejandro Celorio Alcántara y Pablo Monroy Conesa; y el director general para América Latina y el Caribe, Martín Borrego Llorente.
Los funcionarios mexicanos explicaron las distintas acciones emprendidas por el Estado mexicano desde el ámbito nacional, bilateral, regional y multilateral para atender el tema del tráfico de armas.
Agregaron que como parte de sus acciones internacionales, el gobierno de México también se valió de los recursos jurídicos a su alcance para atender el problema del contrabando de armas desde su origen.
Explicaron que esta estrategia legal inició por instrucción del canciller Marcelo Ebrard Casaubon tras la masacre en El Paso, Texas, en agosto de 2019, que entre sus víctimas dejó a varios mexicanos, y varios incidentes con armas de alto calibre que posteriormente han ocurrido en nuestro país.
A través de un comunicado, la SRE informó que la demanda es “contra el comercio negligente de armerías y distribuidoras, no contra el gobierno de Estados Unidos. Tampoco se trata de un acto intervencionista, pues el Estado mexicano ha recurrido al sistema legal estadunidense, que considera imparcial y que las empresas conocen bien”.
Los funcionarios de la cancillería remarcaron que el tráfico ilícito de armas es un tema de interés para México y para la región entera, la cual presenta los índices más altos de violencia con armas de fuego del mundo.
“A pesar de los contextos nacionales específicos, la violencia que propicia el tráfico de armas tiene consecuencias de gran magnitud en la calidad de vida de nuestras poblaciones, así como en el desarrollo de nuestros países. En muchos casos, porcentajes considerables de las armas que se encuentran en el mercado ilegal de nuestros países provienen de Estados Unidos”, apuntó la SRE.