Liverpool. Las democracias de los países más ricos del mundo trataron el sábado de presentar un frente unido contra la agresión rusa a Ucrania, mientras Reino Unido acogía una reunión de ministros de Asuntos Exteriores en la ciudad de Liverpool, al norte de Inglaterra.
La reunión del G7, a la que asistieron en persona el Secretario de Estado estadunidense Antony Blinken y sus homólogos de Francia, Italia, Alemania, Japón y Canadá, se produce en medio de la preocupación internacional por la posibilidad de que Rusia invada Ucrania. Rusia niega estar planeando ningún ataque.
Antes de las discusiones formales, la ministra de Asuntos Exteriores británica, Liz Truss, se reunió con Blinken el viernes por la noche, donde expresaron su profunda preocupación por la acumulación de tropas rusas en la frontera de Ucrania, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores británico en un comunicado.
Cualquier incursión de Rusia "sería un error estratégico que tendría graves consecuencias", añadió el Ministerio de Asuntos Exteriores.
"Tenemos que unirnos con fuerza para hacer frente a los agresores(...)", dijo Truss a los ministros de Asuntos Exteriores al inicio de la reunión.
Ucrania se encuentra en el centro de una crisis en las relaciones Oriente-Occidente, ya que acusa a Rusia de concentrar decenas de miles de tropas en preparación de una posible ofensiva militar a gran escala.
Rusia acusa a Ucrania y a Estados Unidos de comportamiento desestabilizador, y ha dicho que necesita garantías de seguridad para su propia protección.
Washington va a enviar a su máxima diplomática para Europa, la secretaria adjunta Karen Donfried, a Ucrania y Rusia del 13 al 15 de diciembre para reunirse con altos funcionarios del gobierno.
"La secretaria adjunta Donfried hará hincapié en que podemos hacer progresos diplomáticos para poner fin al conflicto en el Donbás a través de la aplicación de los acuerdos de Minsk en apoyo del Formato de Normandía", dijo el Departamento de Estado de Estados Unidos en un comunicado.
Los ministros llegaron al Museo de Liverpool, antes de convocar la primera sesión formal de la reunión, en la que se analizarán cuestiones geopolíticas, como las conversaciones nucleares con Irán.
"La reunión del G7 de este fin de semana es una muestra de unidad entre las principales economías afines, de que vamos a ser absolutamente fuertes en nuestra postura contra la agresión con respecto a Ucrania", dijo Truss a periodistas antes de las conversaciones.
Reino Unido, como actual presidente del G7, está pidiendo a sus miembros que sean más elocuentes en su defensa de lo que llama "el mundo libre".
A principios de esta semana, Truss dijo que la "era de la introspección" para Occidente había terminado y que era necesario despertar a los peligros de las ideologías rivales. Como ejemplos, destacó los riesgos económicos de la dependencia europea del gas ruso y la amenaza de seguridad más amplia que supone la tecnología china.
También se espera que la reunión del G7 dé lugar a un llamado conjunto para que Irán modere su programa nuclear y aproveche la oportunidad de las conversaciones en curso en Viena para reactivar un acuerdo multilateral sobre su desarrollo nuclear.
Tanto Truss como Blinken subrayaron la necesidad de que Irán participe en las conversaciones, según el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Se espera que Alemania, que sustituye a Gran Bretaña en el liderazgo del G7 el año que viene, exponga su programa para 2022 en la reunión.