Ciudad de México. El monto histórico de remesas que ha llegado al país, principalmente desde Estados Unidos, ha jugado un papel clave en la reactivación económica de la nación luego de la profunda caída provocada por la pandemia de Covid-19, dijo Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México (BdeM).
Al detallar el Reporte de Estabilidad Financiera y destacar que el sistema financiero mexicano mantiene una posición sólida y de resiliencia, el banquero central enfatizó que esta entrada de divisas ha sido una contribución de enorme valía
para el gasto de los hogares, especialmente en un contexto tan adverso provocado por la crisis sanitaria.
En el futuro, anticipó, el dinamismo de las remesas dependerá del ritmo de recuperación económica que muestre Estados Unidos, sobre todo en los sectores donde se desempeña el mayor número de migrantes mexicanos en aquel país.
Si el crecimiento de las remesas se mantiene o no durante el siguiente año dependerá del tipo de recuperación de Estados Unidos y de la demanda que tengan ciertos sectores económicos; sin embargo, el panorama indica que puede seguir teniendo un buen desempeño. Claramente han sido muy importantes para México
, apuntó.
Ayer, Díaz de León encabezó la que fue su última aparición como gobernador del BdeM, pues el 31 de diciembre próximo dejará el puesto, que será ocupado por Victoria Rodríguez Ceja, ex subsecretaria de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Advierte de riesgos macrofinancieros
Sobre la situación actual del sistema mexicano, el gobernador del banco central destacó que este mantiene una posición sólida y de resiliencia, con una banca que cuenta con niveles de capital y liquidez superiores a los mínimos requeridos, en un contexto aún influido por la pandemia de Covid-19 y pese a una recuperación económica moderada que se extenderá al siguiente año.
No obstante, aceptó que el otorgamiento de crédito no ha mostrado una recuperación acorde a la actividad económica, reflejando cautela por parte de las familias y empresas como de las instituciones financieras; además, agregó que es complicado hacer un pronóstico, dado que los hogares siguen en la incertidumbre debido a la pandemia.
Lo que explica el financiamiento no es nada más la tasa de interés, y menos en los últimos 20 meses. Lo que hemos visto es el choque de emergencia económica, de complejidad productiva, de incertidumbre en los ingresos y también la preocupación que a nivel familiar implica enfrentar un entorno en pandemia y de incertidumbre de salud.
Por otro lado, el Reporte de Estabilidad Financiera del BdeM identifica una serie de riesgos macrofinancieros que pueden poner en peligro la estabilidad del sistema mexicano, por ejemplo, condiciones de financiamiento más estrictas ante mayores tasas de interés producto de los altos niveles de inflación.
Asimismo, preocupa una recuperación menos vigorosa de la economía global y más heterogénea entre sectores y países; una debilidad prolongada y más acentuada en el consumo e inversión internos, y potenciales incrementos a las primas de riesgo tanto soberanas como de Petróleos Mexicanos, así como afectaciones a sus respectivas calificaciones crediticias.