Ciudad de México. El sistema financiero mexicano mantiene una posición sólida y de resiliencia, con una banca que cuenta con niveles de capital y liquidez superiores a los mínimos requeridos, esto en un contexto aún influido por la pandemia de Covid-19 y pese a una recuperación económica moderada que se extenderá al siguiente año, señaló el Banco de México (BdeM).
No obstante, de acuerdo con su Reporte de Estabilidad Financiera, el banco central identifica una serie de riesgos macrofinancieros que pueden poner en riesgo la estabilidad del sistema financiero mexicano, como por ejemplo condiciones de financiamiento más estrictas ante mayores tasas de interés producto de los altos niveles de inflación.
Asimismo, preocupa una recuperación menos vigorosa de la economía global y más heterogénea entre sectores y países; una debilidad prolongada y más acentuada en el consumo e inversión internos, y potenciales incrementos a las primas de riesgo tanto soberanas como de Petróleos Mexicanos, así como afectaciones a sus respectivas calificaciones crediticias.
Indicó que para hacer frente a los efectos de la pandemia sobre el sistema financiero ha implementado, junto a otras autoridades financieras, una serie de medidas orientadas a continuar promoviendo un comportamiento ordenado de los mercados financieros, fortalecer los canales de otorgamiento de crédito y proveer liquidez para el sano desarrollo del sistema.
Al respecto, destaca que durante el segundo semestre de 2021 concluyó la vigencia de la mayoría de las medidas implementadas, mismas que contribuyeron a propiciar un comportamiento más ordenado de los mercados e intermediarios financieros.
“A más de 20 meses de iniciada la pandemia, el sistema financiero mexicano continúa mostrando resiliencia y ha mantenido una posición sólida y con niveles de capital y de liquidez superiores que cumplen con holgura los mínimos regulatorios”, apunta el informe.