Tegucigalpa. Autoridades electorales de Honduras iniciaron este martes un inédito recuento de parte de los sufragios de las últimas elecciones al Congreso, entre denuncias de fraude y creciente atención sobre unos comicios cruciales para las reformas sociales que planea implementar la izquierdista Xiomara Castro.
El llamado Proceso de Verificación y Recuento de votos se aplicará a al menos 2 mil 581 urnas electorales donde se hallaron inconsistencias y que representan el 14 por ciento de las 18 mil 293 que se instalaron en todo el país el 28 de noviembre, en las elecciones generales ganadas por Castro.
También se revisarán aquellas urnas que sean impugnadas, informó el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Kelvin Aguirre, al inaugurar la verificación de votos, la primera desde que volvieron las elecciones libres a Honduras en 1982, tras casi 20 años de dictaduras militares.
Candidatos al Congreso del Partido Libertad y Refundación (Libre), de Castro, y su aliado, el Partido Salvador de Honduras (PSH), han acusado a sus rivales del gobernante Partido Nacional (PNH) de "inflar" sus resultados en las actas para obtener más escaños.
Salvador Nasralla, quien será vicepresidente de la esposa del ex mandatario Manuel Zelaya, derrocado en un golpe de Estado en 2009, denunció las supuestas malas prácticas del oficialismo, en cuyas filas hubo también un intercambio de acusaciones similares.
"Si ellos (Partido Nacional) tienen una fuerte participación en el Congreso, no será posible impulsar las reformas y derogaciones de leyes que blindan la corrupción y los corruptos, y permiten un poder judicial corrupto y la existencia de las Zonas Especiales de Empleo y Desarrollo (ZEDE), vendiendo a pedazos Honduras", afirmó Nasralla a medios.
Castro, que asumiría el poder el 27 de enero si los resultados finales confirman su amplia ventaja y cuyo triunfo ha sido reconocido por su principal contrincante, Nasry Asfura, ha anunciado que derogará varias leyes que blindan a funcionarios y diputados frente a la comisión de actos corruptos.
En los próximos años, el Congreso hondureño elegirá a una nueva Corte Suprema y un nuevo Fiscal General, para lo que la mandataria y sus aliados necesitarán dos tercios de votos, a los que sólo llegaron pactando con la oposición, según el cómputo preliminar de los comicios y estimaciones de analistas.