Cuernavaca, Mor. Durante los últimos seis días en el municipio de Puente de Ixtla se han registrado al menos cinco balaceras o enfrentamientos entre bandas criminales rivales que se pelean el territorio de este municipio ubicado al sur de la entidad.
Fuentes policiacas indicaron que el incremento de las refriegas inició desde el pasado 24 de noviembre, cuando integrantes de un grupo criminal asesinó por la espalda a un músico y trabajador de Coppel al salir de una tienda Oxxo ubicada en la avenida No Reelección, de la colonia Emiliano Zapata, de ese municipio; ese mismo día, pero por la tarde, en la demarcación contigua, Zacatepec, sujetos armados asesinaron al estudiante del Tecnológico de Zacatepec, Luis Enrique Padilla López, de 18 años de edad, cuando manejaba una motocicleta.
Después de esos asesinatos, recuerdan vecinos de Puente de Ixtla, se agravó la inseguridad y la violencia en la zona.
La primera balacera entre integrantes del crimen organizado que viajaba en sus automóviles, ocurrió la noche del jueves 2 de diciembre, con saldo de dos heridos, una mujer y un hombre que quedaron atrapados en el fuego cruzado.
Esa noche las balaceras comenzaron después de las 20:30 de la noche y continuaron durante tres horas, tanto en el centro del pueblo como por otras colonias de la cabecera municipal.
El 3 de diciembre, revelaron fuentes policiacas, dos automóviles que supuestamente participaron en la persecución, amanecieron quemados cerca de un predio denominado La Perseverancia.
Ese mismo viernes por la tarde se registró la segunda balacera entre tripulantes de una motocicleta y hombres que viajaban en una camioneta negra. En este tiroteo resultó afectada una fachada de una casa por las detonaciones de al menos 23 casquillos de arma 7.62 y 9 milímetros calibre.
La noche y madrugada del domingo habitantes reportaron otra balacera, que dejó una persona herida en el centro de Puente de Ixtla, cerca de la central de autobuses Pullman. Aparentemente policías realizarían un operativo para revisar una camioneta, cuando sus tripulantes se dieron a la fuga, lo que desató la persecución policiaca y el intercambio de balas.
Otro choque de fuerzas tuvo lugar la madrugada del martes que dejó una camioneta Nissan Frontier incendiada.
Por todo ello, así como volantes repartidos por presuntos miembros del crimen organizado, ha cuasado miedo entre la población, que sostiene que “sí hay toque de queda” ante la falta de seguridad por parte del ayuntamiento y del gobierno del estado que encabeza el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Cambio de estrategia de seguridad exigen activistas sociales
José Martínez Cruz, vocero de la Comisión de Derechos Humanos Independiente de Morelos, demandó al mandatario estatal cambiar la estrategia de combate a la delincuencia “para que respete plenamente la seguridad ciudadana, con respecto a los derechos humanos, cosa que no ha ocurrido; en la medida que se prioriza el uso de la fuerza, es decir, cada vez elevan más el nivel de confrontación violenta, como si el Estado pudiera solamente usar las armas, cuando del otro lado obviamente elevan también su capacidad de fuego”.
Martínez Cruz insistió que no sólo los municipios de la zona sur de Morelos padecen “una situación de emergencia”, sino otros y la mayoría de las demarcaciones de la entidad, por lo que insistió en que debe de priorizarse “la investigación, la sanción, el romper los vínculos entre los grupos delincuenciales con funcionarios y ex funcionarios”, y criticó que se utilice al “Ejército para tareas que no le corresponden”.