Ciudad de México. León lo consiguió, remontó el marcador para vencer 2-1 en su casa, 3-3 global, y avanzar a la final por mejor posición en el torneo Apertura 2021. Un partido intenso que rayó en lo violento.
La tensión era densa en el Nou Camp durante el partido de vuelta de la semifinal. Ni cinco minutos y los ánimos encendidos estuvieron a punto de desencadenar una pelea absurda. Una jugada fuerte de Santiago Colombatto descontroló a Carioca, quien en el suelo lanzó una patada contra el rostro del rival, por fortuna no alcanzó a tocarlo, pero aquello se convirtió en un caos de empellones y gritos. El árbitro no sacó tarjetas y el clima siguió ardiente.
Era tanto el vértigo que a los siete minutos León, el equipo más presionado por anotar, logró empatar el marcador global con un gol de Ángel Mena. Una pelota que de manera inexplicable perdió Tigres en una salida desde su área, Mena la rescató y sin titubeos definió cruzado para conseguir el 1-0 (2-2 global).
Sin embargo, a los 15 minutos Diego Reyes igualó el marcador después de un cobro de castigo, la pelota llegó literalmente a sus pies y en pleno vuelo del esférico la punteó para conseguir el gol. Todo se incendió desde ese momento.
La sensibilidad estaba a flor de piel, André Pierre Gignac reclamaba con excesos al árbitro César Arturo Ramos Palazuelos, quien parecía perturbado, un poco intimidado ante la personalidad del francés.
Cuando el tiempo se agotó y los ímpetus se apaciguaron, surgió la necesidad de apelar a la estrategia. Ahí León tenía la obligación de conseguir al menos un gol más para empatar el marcador global y meterse a la pelea, pero ese 1-1 en el Nou Camp los dejaba fuera. Tigres, por tanto, buscó cerrar los espacios para jugar con el nerviosismo y mantener la calma de alguien que sabe que tiene ventaja.
Menos de diez minutos y la ansiedad del León se tradujo en instinto ofensivo. Pero la portería de Tigres la protegió Nahuel Guzmán, quien en una serie de atajadas consecutivas demostró ser uno de los mejores arqueros de la liga. No obstante, fue tanta la insistencia que el gol llegó con un remate de cabeza de Mena, su doblete de la noche.
El tanto, estalló una bronca con una discusión entre técnicos. El entrenador esmeralda Ariel Holan peleaba con el universitario Miguel Herrera. Las bancas se manotearon y aquello era un manicomio. El León sufrió la baja por tarjeta roja de Osvaldo Rodríguez, y Tigres, a Luis Quiñones.