Ciudad de México. La compositora sonorense Nubia Melina Jaime Donjuan (Hermosillo, 1984) invocará la lluvia y el deleite la tarde de hoy con su obra Maso Ye’me, una fusión de los sonidos ancestrales de la danza del venado con los ritmos populares del danzón.
La pieza es una de las dos ganadoras de la octava edición del Concurso de Composición Arturo Márquez para Orquesta de Cámara y promete sorprender al público, en particular al mostrar las posibilidades sonoras de las percusiones, es decir, al venado yaqui en pleno que habita en los tenábaris (capullos secos de mariposa que han sido recolectados en el campo, rellenados con piedras pequeñas de hormiguero) y el grijutian (collar de pezuñas de ciervo), entre otros artefactos de danzas rituales.
“Me gustó mucho el resultado de la obra. Es una maravilla escucharla con la orquesta, con sus colores, con los timbres de las diferentes percusiones que son muy importantes. Cuando un compositor escribe entra en trance, porque debemos concentramos mucho para resolver cosas; toda la música está dentro de nosotros, en nuestra cabeza, pero es hasta que la escuchamos ‘afuera’ cuando comprobamos que funcionan las tonalidades propuestas en la partitura. Cuando escuché Maso Ye’me por primera vez con la orquesta dije: ¡qué loco, pero qué bonito se escucha!”, explica Nubia en entrevista con La Jornada.
La compositora es la segunda mujer en ser galardonada en este concurso. A sus 37 años es autora de innumerables obras, entre ellas una ópera para niños, música para teatro, conciertos para diversos instrumentos y “orgullosamente pertenezco al colectivo Las Montoneras, dedicado a difundir y crear música para saxofón”, añade. (Detalles sobre esa agrupación se publicaron el 13 de septiembre en las páginas de este diario).
Hija del popular trovador sonorense Pancho Jaime, la primera pasión de la autora fue el chelo, instrumento con el que forma parte de la orquesta filarmónica de su estado natal.
“Nunca he hecho otra cosa más que música, y gracias a mi padre la música tradicional ha rodeado mi vida. Cuando tenía 15 años conocí la obra del maestro Arturo Márquez y poco después tomé un curso de composición con él, ahí descubrí que podía hacer música con los sonidos de las etnias de mi Sonora.
“Escribí una obra durante el curso y la tocó una orquesta. Entonces el maestro Márquez me dijo: ‘ponte a estudiar, ya lo traes’, y comencé a componer, pero siempre me quedaba con mis obras para mí, hasta hace algunos años decidí estrenarlas con la orquesta o con el ensamble de música de cámara en el que también participo.
“A partir de ahí todo se ha dado muy rápido. Estoy muy contenta, no esperaba que mi música fuera a agradar, pues siempre son los amigos los que dicen los cumplidos pero no sabes si todas las demás personas van a aceptar tu música.
“Soy una compositora que todavía se siente tonal, aunque, claro, me gusta la música vanguardista, pero la forma en la que toco es diferente. Me considero una compositora muy libre, que no se encasilla en que si soy atonal, tonal o vanguardista.
“Con este premio siento que comienzo a realizarme como compositora, y es una gran responsabilidad que va a marcar mi vida profesional, estoy muy entusiasmada. Está mal que lo diga, pero me merecía el premio, porque Maso Ye’me es una obra a la que le dediqué mucho tiempo. La escribí hasta que estuve lista, porque desde hace mucho la tenía en mi cabeza, en mis emociones, en mi manera de ver la vida y a lo mejor estaba ahí desde antes de nacer.
“Suena a Sonora, está el venado siempre, nervioso y fuerte, a veces huyendo, a veces escondido. Por supuesto suena a México por la fusión con el danzón, con los ritmos que son sólo de nosotros, y espero que Maso Ye’me viaje, que recorra el mundo”, concluyó la compositora.
La Orquesta Mexicana de las Artes, dirigida por David Pérez Olmedo, será la encargada de estrenar la obra de Nubia, así como la del michoacano Juan Pablo Ontiveros Vázquez, Nocturno del Pacífico, la otra pieza ganadora del certamen.
También se tocarán las composiciones de quienes obtuvieron menciones honoríficas: la Danza de los Matlachiquetzapascolaconcheros, de Fernando Macías Sánchez, de Aguascalientes, y Alebrijes de papel, de Carlos Lavín Martínez Pérez Gavilán, de la Ciudad de México.
En total, se recibieron 65 partituras, las cuales fueron analizadas por el maestro Arturo Márquez, la compositora María Granillo y por Rodrigo Sierra Moncayo, compositor, director y pianista, quienes fungieron de jurado del concurso que es organizado por el Patronato del Centro Cultural Roberto Cantoral y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).
Este concierto forma parte del noveno Festival Artístico de Otoño del centro Cantoral (Puente Xoco s/n, puerta A, colonia Xoco, alcaldía Benito Juárez), y se realizará hoy a las 20 horas.