Ciudad de México. Las cuatro décadas de investigación científica para encontrar la cura del VIH/sida o una vacuna no han dado resultados aún porque el virus es altamente complejo, pero el conocimiento obtenido de los virus ARN –como es el VIH– y su mecanismo de acción han sido útiles para el abordaje de otros padecimientos: la hepatitis C, que ya es curable, y el SARS-CoV-2, para el cual, a menos de dos años de su surgimiento, ya se cuenta con un par de antivirales con eficacia demostrada para evitar las complicaciones graves de la infección.
Uno de esos productos contiene ritonavir, el cual se utiliza en los cocteles para el control del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), explicó el investigador Gustavo Reyes Terán, a propósito del Día Mundial de Lucha contra el Sida (1º de diciembre) y los 40 años de la identificación de las primeras personas con la enfermedad.
Desde sus primeros años de formación como especialista en medicina interna y luego en infectología, ha trabajado en investigaciones sobre el padecimiento.
En entrevista, comentó que los trabajos en el área biomédica básica también han sido la plataforma para el desarrollo de tratamientos contra hepatitis B, mientras que para el control de la epidemia de VIH/sida, que inició en junio de 1981 en Estados Unidos, sin duda se han tenido avances importantes.
En 1983, el investigador francés Luc Montagnier aisló y describió por primera vez el VIH como causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida). Este descubrimiento, que le hizo merecedor del Premio Nobel de Medicina (2008), abrió el camino para los proyectos que han buscado comprender y erradicar el virus.
Reyes Terán recordó cuando en 1987 se encontraba en el Hospital de Pemex en Villahermosa, Tabasco, y se identificó al primer hombre con VIH/sida en el estado.
El paciente cumplía con los criterios clínicos de sida y los médicos pudieron confirmar el caso con las pruebas de laboratorio Elisa que recién habían llegado a la entidad. Había recibido una transfusión sanguínea por una cirugía cardiaca. También se infectó su esposa y nada se pudo hacer por ellos. Aún no había medicamentos.
Ahora, dijo, el solo hecho de que el VIH/sida haya dejado de ser mortal para convertirse en una enfermedad crónica es un gran logro. También lo es que en los años recientes se desarrollaron antirretrovirales que consisten de una sola pastilla al día. Las personas que viven con VIH pueden dejar de tomar ocho o más tabletas y tener un mayor apego a sus terapias, comentó Reyes Terán, actualmente titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.
Con terapias que constan de una sola toma diaria es más factible que la presencia del virus en la sangre disminuya a niveles indetectables y los portadores lleven una vida normal.
El reto sigue siendo eliminar al virus del organismo. Reyes Terán explicó que además de tener una alta capacidad de replicación, el VIH se integra al genoma que está en el núcleo de las células, y algunas de ellas se convierten en reservorios del virus. Los fármacos no llegan a esos sitios.
En el Centro de Investigación en Enfermedades Infecciosas (Cieni), del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) y creado por el especialista, uno de los trabajos desarrollados tiene que ver con conocer mejor la respuesta inmune en tejidos linfoides. Éstos son los sitios privilegiados donde el virus permanece latente y es el principal obstáculo para la eliminación del VIH del organismo. También en el Cieni se estableció la vigilancia regional de resistencia del VIH a los antirretrovirales para guiar las políticas públicas sobre cambio de tratamiento a nivel nacional y regional, con la Organización Mundial de la Salud.
Un área de trabajo más ha sido el conocimiento sobre la genética de las poblaciones y su relación con una evolución mejor o peor de la infección por VIH.