Tegucigalpa. El candidato presidencial del gobernante Partido Nacional de Honduras (PNH), Nasry Asfura, reconoció este martes la victoria a la candidata opositora Xiomara Castro en los comicios del domingo, lo que zanja el camino para que se convierta en la primera mujer al frente del país centroamericano.
Asfura acudió a la casa de Castro para felicitarla personalmente, informó el político derrotado después en un video: “Que Dios la ilumine y la guíe para que en su administración haga lo mejor en beneficio para todos nosotros…. Respetamos la voluntad del pueblo expresada en las urnas, porque esa es la decisión de las mayorías”, dijo el candidato oficialista, reportó el diario La Prensa.
Horas antes, el PNH reconoció la victoria a Castro, de 62 años, y que devolverá el poder a la izquierda en el país después del golpe de Estado que derrocó a su esposo, Manuel Zelaya, en 2009.
Castro ha acumulado una ventaja de casi 20 puntos porcentuales sobre Nasry Tito Asfura. Con poco más de 52 por ciento de los votos contados, ayer por la tarde, Castro tenía 53.5 por ciento de apoyo frente a 34 por ciento de Asfura.
Que Asfura haya recocido la victoria de Castro pone fin a un período turbulento bajo el conservador PNH, perseguido por escándalos y acusaciones de corrupción, especialmente durante los dos mandatos del presidente saliente Juan Orlando Hernández.
El actual mandatario es profundamente impopular y ha estado implicado en un caso de tráfico de drogas en un tribunal federal de Estados Unidos. Él niega haber cometido irregularidades, pero podría enfrentarse a una acusación formal cuando deje el cargo.
Castro proclamó desde el domingo una "victoria rotunda en todo el país" y sus seguidores bailaron, vitorearon y ondearon banderas en previsión de la partida de Hernández.
La candidata enfrenta grandes desafíos en Honduras, donde el desempleo, el crimen, la corrupción y la amenaza de las pandillas han ayudado a impulsar una migración récord hacia Estados Unidos.
Durante las últimas 24 horas también hubo una prolongada demora en la actualización de los resultados, lo que avivó el suspenso en todo el país.
La demora evocó recuerdos de las elecciones generales de 2017, cuando la ventaja del candidato de oposición comenzó a evaporarse repentinamente después de que el árbitro electoral reiniciara el conteo tras una larga suspensión.
Esa interrupción dio lugar a acusaciones de fraude y protestas, pero esta vez no ha habido disturbios, con los votantes tranquilizados por la amplia ventaja de Castro.