Madrid. El Papa denunció que el mar Mediterráneo es un "cementerio", poco antes de emprender su viaje a Chipre y Grecia del 2 al 6 de diciembre donde lanzará un mensaje en defensa de los inmigrantes.
Francisco se dirigió en un videomensaje a los fieles de Chipre y Grecia, que visitará "con alegría, siguiendo las huellas de los primeros grandes misioneros, sobre todo los apóstoles Pablo y Bernabé".
En el mensaje hecho público por la oficina de prensa del Vaticano, El Pontífice se refirió a su visita a Lesbos, la segunda de su pontificado, y señaló que se acuerda de aquellos que, "en estos últimos años y todavía hoy, están huyendo de la guerra y la pobreza, desembarcando en las costas del continente y otros lugares y encontrándose no con hospitalidad, sino con rechazo e incluso explotación".
"Son nuestros hermanos y hermanas. ¡Cuántos han perdido su vida en el mar! Hoy, nuestro mar Mediterráneo es un cementerio", aseveró.
Francisco espera "saciar su sed en las 'fuentes de la fraternidad', tan preciosas en este momento en que hemos iniciado un camino sinodal universal", así como reunirse con los primados de las respectivas iglesias ortodoxas, Crisóstomo II (Chipre) y Jerónimo II (Grecia).
Mostró su deseo de encontrarse con la comunidad católica, "reunida en esas tierras en pequeños rebaños que el Padre ama tanto y a las que Jesús, el Buen Pastor, se dirigió así: 'No temáis, pequeño rebaño'".
Para el Papa, el viaje también supone "beber de los viejos manantiales de Europa: Chipre, la avanzadilla de Tierra Santa en el continente; y Grecia, la cuna de la cultura clásica".
"Pero incluso a día de hoy, Europa no puede ignorar el Mediterráneo, el mar que ha sido testigo de la expansión del Evangelio y el desarrollo de grandes civilizaciones. El mare nostrum, que conecta tantas tierras, nos invita a navegar juntos, no a dividirnos en caminos separados, especialmente en un momento en que la lucha contra la pandemia todavía exige esfuerzo, y en el que la crisis climática tiene una gran importancia", alertó el Pontífice.