Madrid. La escritora madrileña Almudena Grandes falleció hoy en su casa, a los 61 años de edad, víctima de un tumor cancerígeno que le habían detectado hace algo más de un año y que hizo público hace sólo un mes. La novelista, muy querida y respetada en el mundo de las letras, se convirtió en una de las principales recuperadoras de la memoria histórica de los “perdedores” de la Guerra Civil española, a los que dio voz a través de sus historias en las que también había profundidad filosófica, historia, erotismo, poesía y compromiso político.
Almuneda Grandes anunció hace sólo un mes, en su columna quincenal del suplemento dominical del periódico El País que le habían detectado un tumor cancerígeno, maligno, hace algo más de un año y que en esos momentos estaba luchando contra la enfermedad, que avanzaba de forma inexorable. En ese artículo explicó: “Todo empezó hace poco más de un año. Revisión rutinaria, tumor maligno, buen pronóstico y a pelear. En aquel momento no quise dar la noticia porque necesitaba estar tranquila, confabularme con mi cuerpo y conmigo misma, pero en un año pasan muchas cosas. Tendría que habérseme ocurrido, pero no reaccioné a tiempo”.
Y añadía: “El cáncer, que es una enfermedad como otra cualquiera, desde luego un aprendizaje, pero nunca una maldición, ni una vergüenza, ni un castigo, me ha acompañado desde entonces. Y me encuentro muy bien en general. Estoy en las mejores manos, segura, confiada, fuerte, y sin embargo, hace unas semanas tuve un tropiezo, tiré una valla, como les ocurre hasta a los atletas keniatas en las carreras de obstáculos de larga duración. Mientras los altavoces de la Feria del Libro de Madrid lanzaban a los cuatro vientos los nombres de los autores que estaban firmando en las casetas, entre ellos el mío, yo estaba en el hospital con una complicación intestinal, que no era grave pero sí pesada de resolver. Así comprendí que mi silencio había tenido un precio”.
Almudena Grandes nació en Madrid en 1960, se dio a conocer en 1989 con la que fue su primera novela, Las edades de Lulú, que ganó diversos premios, se tradujo a más de 20 idiomas y fue hecha película por el realizador Bigas Lunas. Fue la catapulta definitiva para una escritora que irrumpió en el panorama literario español por la frescura de su estilo y por la contundencia de su narrativa, siempre comprometida.
Sus novelas Te llamaré Viernes, Malena es un nombre de tango, Atlas de geografía humana, Los aires difíciles, Castillos de cartón, El corazón helado y Los besos en el pan, junto con los volúmenes de cuentos Modelos de mujer y Estaciones de paso, la convirtieron en uno de los nombres más consolidados y de mayor proyección internacional de la literatura española contemporánea.
En 2010 publicó Inés y la alegría (Premio de la Crítica de Madrid, el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz), primer título de la serie Episodios de una Guerra Interminable, a la que siguieron El lector de Julio Verne (2012), Las tres bodas de Manolita (2014), Los pacientes del doctor García (2017; Premio Nacional de Narrativa) y La madre de Frankenstein (2020).
El presidente del encuentro editorial, Raúl Padilla se refirió a ella con voz entrecortada: “con mucho pesar hemos recibido hoy la noticia de la perdida de una gran escritora y amiga de esta FIL, a quien extrañaremos y honraremos”.