La organización civil Juconi AC, acompañada por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), lanzó este viernes una campaña para dar a conocer su programa de familias de acogida temporal para niños, niñas y adolescentes refugiados y solicitantes de asilo, mediante el cual busca darle protección a los menores que lo necesitan.
En conferencia de prensa, Isabel Crowley, directora de Juconi, explicó que desde 2018 la organización ha puesto en marcha este esquema, que consiste en encontrar a familias que estén dispuestas a recibir de forma temporal –regularmente por entre 6 y 24 meses—a pequeños que se encuentran en el país en calidad de refugiados o que solicitaron esa condición.
En colaboración con el Sistema Integral DIF, explicó, los creadores de este programa capacitan y certifican a las familias interesadas en brindar ayuda a los menores, y luego de pasar una serie de pruebas y trámites que duran entre 3 y 6 meses, se les entrega la custodia de la niña, niño o adolescente que está separado de su familia biológica por el momento, tomando en cuenta las necesidades y carencias especificas de cada menor.
De acuerdo con la activista, la meta final de Juconi es lograr la incorporación de al menos 110 familias a finales de 2022. En el marco del programa, dijo, el Estado le otorga a la familia de acogida una cantidad “muy modesta” de recursos económicos para contribuir con la manutención de los infantes, pero dicha labor corre fundamentalmente a cargo de los voluntarios.
Luego de señalar que ya ha habido algunas experiencias de este tipo en México, particularmente en el estado de Nuevo León, Crowley indicó que no hay limitaciones para las parejas integradas por dos personas del mismo sexo, siempre y cuando cumplan con los mismos requisitos y cursos que se le solicitan a todos los núcleos familiares interesados.
La especialista resaltó que para las y los menores es mucho más gratificante y adecuado permanecer con una familia de acogida temporal que en una casa-hogar u otro tipo de albergues, pues aunque sus condiciones en estos sitios no sean malas, por cada mes que permanecen sin atención personal y una atmósfera más cercana, su desarrollo puede tener un retroceso de dos o tres meses.
A manera de ejemplo, la directora de Juconi recordó el caso de una pequeña de nombre Roxana, que fue acogida por una familia mexicana con la aprobación de la madre biológica de la menor, que se encontraba en Estados Unidos y con quien se reunificó tiempo después.
Con la familia que la recibió, dijo, “la niña estaba más integrada y feliz y su estado emocional era mucho mejor” de lo que hubiera sido en una institución gubernamental, en el marco de una experiencia que también resultó positiva para quienes la acogieron de forma temporal.
Olivar Castañeda, procurador federal de protección a la niñez del Sistema DIF Nacional, subrayó que las autoridades le dan seguimiento y supervisión a los pequeños que quedan bajo custodia de las familias participantes en el programa, las cuales son certificadas y valoradas de manera cuidadosa para asegurarse de que sean las “idóneas” en cada caso.
El funcionario explicó que en el proceso de certificación la familia interesada debe registrarse ante el DIF, para después tomar una serie de cursos y capacitaciones, tras los cuales reciben un certificado oficial como un núcleo de acogida adecuado, que se renueva de forma periódica. Dicho permiso, se puede revocar si las autoridades identifican alguna irregularidad o delito, motivo por el cual se presentan denuncias, si fuera necesario.
Por su parte, Rocío Aznar, jefa de protección a la infancia de la sede en México del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), recordó que el acogimiento temporal en núcleos familiares es una herramienta legal que contempla la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, publicada en 2014.
“Hemos visto 123 familias de acogida en varios estados del país, entre ellos una niña que fue recibida por una familia en Ciudad Juárez. Al principio, (la menor) tenía mucho miedo, pero en tres semanas floreció. Sólo hay que acercarse a estas familias y ver lo felices que están los niños y cómo florecen”, recalcó.
Los promotores de la iniciativa subrayaron que, aunque hay algunos casos en que las personas encargadas del cuidado temporal del menor incluso lo adoptan de manera definitiva, los episodios son muy pocos y el objetivo del programa no es ese.