Copenhague. Horas después de ser nombrada primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson renunció el miércoles tras una derrota presupuestaria en el parlamento y su socio de la coalición, el Partido Verde, dejó el gobierno de minoría formado por dos partidos.
La propuesta presupuestaria del gobierno fue rechazada a favor de una presentada por la oposición que incluye a los populistas demócratas de Suecia de la derecha. El tercer partido más grande de Suecia está basado en el movimiento neonazi. La propuesta se aprobó con una votación 154-143.
Andersson, líder del Partido Socialdemócrata, decidió que era mejor dimitir al puesto más de siete horas después de hacer historia al convertirse en la primera mujer en dirigir al país.
“Para mí, es una cuestión de respeto, pero tampoco quiero dirigir un gobierno en donde podría haber bases para cuestionar su legitimidad”, dijo Andersson en conferencia de prensa.
Andersson, quien era ministra de Finanzas antes de pasar a ser brevemente en primera ministra, informó al presidente del parlamento Andreas Norlen que todavía está interesada en dirigir un gobierno socialdemócrata de un partido.
Norlen, el presidente del parlamento sueco de 349 escaños, dijo que contactará a los ocho partidos de Suecia para “discutir la situación”. El jueves, anunciará los próximos pasos.
Andersson dijo que “un gobierno de coalición debería renunciar si un partido opta por dejar el gobierno. A pesar del hecho de que la situación parlamentaria permanece inalterada, necesita juzgarse otra vez”.
Aunque el Partido Verde le retiró el apoyo a su gobierno, dijo que está preparado para respaldar a Andersson en una nueva votación para nombrar un primer ministro.
Sin embargo, los verdes dicen que fue en beneficio del partido retirar el apoyo luego de su derrota presupuestaria en el parlamento.
“Tenemos un partido unido tras nosotros que nos dice que no podemos estar en un gobierno que implemente una política (los demócratas suecos) negociada. Debemos ver a nuestros votantes a los ojos y sentirnos orgullosos”, dijo Marta Steveni, vocera del Partido Verde, cuando el partido decidió renunciar al gobierno.
El otro vocero del Partido Verde, Per Bolund, dijo que “esto es algo que lamentamos profundamente”.