Prevalece la lógica, se instalan en cuar-tos de final los mejores. Hay que reconocer que la repesca es un boquete que se abrió de forma forzada para que entre un cúmulo de emociones extra en partidos con tintes cardiacos. No obstante, hay inercias, los Diablos ya iban en tobogán, en caída libre. Los dirigidos por Hernán Cristante son uno de los planteles más veteranos de la Liga Mx, encabezados por el enjundioso Rubens Sambueza de casi 38 años.
El equipo de la UNAM sabe de qué se trata, la repesca no sólo es para que las televisoras engorden la cartera, los del Pedregal de nuevo se subliman en la recta final, saltaron a la grama del estadio Nemesio Diez con la daga entre los dientes y las garras afiladas. Su velocidad y vértigo fue veneno para los añosos mexiquenses, los dejaron con aliento suficiente tan sólo para arrastrarse tras un tanque de oxígeno.
La liguilla femenil también está lista y dejó estragos en equipos como Pumas, donde se tambalea la estratega Karina Báez. Pachuca es otro de los principales fracasos del certamen, las Tuzas se quedaron en la orilla, a una brazada de meterse a los cuartos de final; no les funcionó la contratación de Antonia Is, tampoco mejoró lo necesario con Jaime Correa, mientras Charlyn Corral no ha encontrado su mejor forma. El Querétaro de Carla Rossi simplemente se desplomó.
Las últimas fechas del torneo regular demostraron que la gloria no está reservada con claridad para las tigrillas. Hay un pelotón que lucha duro por trepar al peldaño de las tricampeonas: Rayadas, rojinegras, Chivas y América en su turno les dieron intensa batalla. Xolas y cruzazulinas fueron la sorpresa al colarse a los cuartos de final. Las fronterizas emergieron de torneos desastrosos donde no salían del sótano, mientras La Máquina, de Roberto Pérez, avanza a paso lento pero firme.
Cuando Gerardo Martino percibió el interés de los dirigentes mexicanos que de tiempo atrás estaban obsesionados con ligarse al balompié estadunidense –donde él triunfaba al frente del Atlanta United–, las llamadas entre el Tata y Norberto Scoponi se intensificaron. El estratega rosarino consideró que su viejo amigo del Newell’s Old Boys y ex guardameta del Cruz Azul sabía todo acerca de la Liga Mx, fue su asesor de cabecera y quizás también significó su mayor aproximación a nuestro futbol.
La dirigencia que encabeza Yon de Luisa se sintió agradecida cuando Martino dio el sí, le ofrecieron todo de manera incondicional en jugoso contrato por cuatro años, sin osar tocarle su sueldo durante la pandemia (como ocurrió, por ejemplo, con el uruguayo Óscar Tabárez). Así cuajó esa extraña alianza: un cuerpo técnico ajeno al futbol azteca destinado a jugar casi siempre en Estados Unidos, y un asesor –Scoponi– bajo el pomposo cargo de enlace con selecciones menores
que todo hará, menos eso.
En el futbol es normal que un grupo armonioso en el vestidor traslade fácilmente a la cancha la solidaridad y comunión, algo que no refleja el Tri, incluso, hay detalles que evidencian el desdén con que el equipo de Martino trata a los jugadores, como el regaño a gritos que el auxiliar Jorge Theiler asestó a Carlos Salcedo, y su posterior baja. El timonel de 59 años tampoco conecta con el público, al que sólo se ha dirigido para pedir que no grite ‘eh puto’... ¡Del trabajo ni hablar!, inexistente.
Pero el show debe continuar y México tie-ne algunas canchas de primer mundo, como pudieron verificar los embajadores de la FIFA con miras al Mundial 2026, aunque aún no hay equipo. La selección tuvo un accionar vergonzoso en su visita a Canadá y, a tono, el público ha sido reprobado una y otra vez. Los federativos no han podido eliminar el grito homofóbico y de nuevo andan afanados maniobrando para pedir indulgencia ante tantos castigos.