Ciudad de México. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) firmaron un convenio de colaboración, con el fin de instrumentar mecanismos para fortalecer el Modelo Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT) desde el enfoque de derechos humanos dentro de los contenidos educativos, estructura y metodología de éste, así como en la atención a personas educandas y formación de figuras educativas.
Al firmar el documento, la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, expresó que la educación “es una de las principales herramientas en la construcción de una cultura de respeto a los derechos humanos, así como en la consolidación de una sociedad más justa, equitativa y en la que impere la paz social”.
Señaló que el desarrollo económico y sostenible depende, cada vez más, de la capacidad de losgobiernos para implementar políticas enfocadas a derribar las barreras que limitan el aprendizaje continuo y fomentar la educación en derechos humanos
Piedra Ibarra recordó que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha hecho énfasis en la urgencia de repensar y cambiar el actual enfoque individualista que tiene la práctica educativa por un modelo más profesional, colaborativo y solidario, a fin de aprovechar la inteligencia colectiva.
Además de ello, dijo, se debe reflexionar sobre las etapas y lugares en los que se lleva a cabo el aprendizaje para dejar de concebir la educación como algo que sólo acontece en la escuela y durante determinadas edades, para ampliar las oportunidades a todas las personas en cualquier contexto.
La directora general del INEA, Teresa Guadalupe Reyes Sahagún, apuntó que en el Instituto la tarea de educar desde la perspectiva de derechos humanos, permite trabajar desde la CNDH, en un acompañamiento “para resarcir ese terrible daño que se ha hecho a partir de políticas neoliberales, tanto económicas como sociales y educativas”.
Compartió que la labor educativa del INEA es atender a las personas “más empobrecidas, más lastimadas, marginadas”. Informó que ese sector de la población engrosa la suma superior a 28 millones de personas en rezago educativo.
“Lamentablemente un altísimo índice de personas de pueblos originarios de nuestro país no ha podido realizar su proceso de alfabetización de primaria o de secundaria”, subrayó. Y agregó: en realidad es una violación permanente del derecho humano a la educación, si se analiza.
Para poder llevar a cabo este proyecto conjunto, se estableció la integración de un grupo de trabajo que permita lograr una efectiva transversalización del enfoque de derechos humano en el MEVyT, en beneficio de las personas educandas que consulten los materiales.
Además, se estableció el desarrollo de talleres y cursos dirigidos a las figuras educativas que participan en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los niveles de alfabetización, primaria y secundaria de las personas educandas del Instituto.