Xalapa, Ver. Integrantes de la caravana por la justicia, la dignidad y la libertad del pueblo migrante han dejado la movilización luego de toparse con retenes instalados por la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM), lamentó Guillermo Ramírez, director del albergue Santa Faustina Kowalska, ubicado en Coatzacoalcos, Veracruz.
Cuando ingresaron a territorio veracruzano eran un promedio de 2 mil personas las que integraban la caravana. Muchos ya se han dispersado; esa es una estrategia que usan el INM y la Guardia Nacional: los van dividiendo para poderlos agarrar rápido
, aseguró el activista.
Los centroamericanos continuaron ayer su periplo por el sur de la entidad, con miras a llegar a la frontera entre México y Estados Unidos. Van a pie, pues las autoridades migratorias no les permiten abordar autobuses ni otros vehículos.
Ramírez destacó que el refugio a su cargo dispuso alimentos para recibir al contingente, aunque no sabemos si van a llegar hasta acá; tenemos entendido que algunos han tomado el camino a Sayula de Alemán, con dirección a Tierra Blanca
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Los expatriados –entre quienes van menores de edad, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia– pasaron la noche del martes en la comunidad Palo Dulce del municipio de Jesús Carranza. Se instalaron bajo un domo y algunos tendieron casas de campaña.
Personal del centro de salud de Suchilapan –localidad de Jesús Carranza– expuso que algunos viajantes sufrían los efectos de un golpe de calor o requerían apoyo médico debido al cansancio o llagas en los pies de tanto caminar. Esas personas se quedaron para su atención médica y están bajo custodia del INM
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Los indocumentados salieron de Jesús Carranza ayer a las 14 horas con dirección a Sayula de Alemán, pero por el tiempo y lo poco que pueden avanzar caminando, no creemos que lleguen hoy (ayer) mismo hasta allá, es posible que se queden en el camino, quizás en la localidad de Lázaro Cárdenas o Loma Bonita, del municipio de San Juan Evangelista
, dijeron autoridades locales.
El camino entre Jesús Carranza y San Juan Evangelista es uno de los tramos carreteros más peligrosos del sur veracruzano, por la actividad de bandas criminales. Por ello, la Guardia Nacional y el INM desplegaron un operativo para vigilar el paso de los migrantes.