Ciudad de México. Como parte del incremento de los flujos migratorios, entre 2020 y 2021, la movilidad de niños y adolescentes a México se ha cuadruplicado: en el periodo enero-agosto de 2020, ingresaron al país siete mil 152 menores, en tanto que para el mismo periodo de este año, la cifra ascendió a 27 mil 861.
El 87 por ciento de ellos provienen de Honduras, Guatemala y El Salvador, lo que conforma ya una cifra “alarmante”, advirtió Elisa Ortega, especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
El representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), Giovani Lepri, destacó la postura mexicana durante la pandemia que no cerró las fronteras a solicitantes de asilo y refugio. Sin embargo, lamentó que aun cuando México alcanzará el nivel histórico de 140 mil peticiones al finalizar el año, no se haya dotado de presupuesto suficiente a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados para 2022, recordando que en la actualidad las dos terceras partes de los recursos de la comisión dependen de aportaciones de esa organización.
Durante el foro sobre la situación de niñez migrante, Ortega detalló que si bien la situación de menores en México es alarmante, en Estados Unidos, alcanzan niveles “terroríficos, pues de acuerdo al departamento de Seguridad de Estados Unidos, en el mismo periodo antes mencionado, entre enero agosto, las cifras pasaron de 18 mil 839 a 118 mil 801 menores. Con el agravante de que en ambos países México y Estados Unidos, se realizan deportaciones masivas de migrantes, incluidos a los menores quienes tienen derechos específicos de acuerdo a la Convención Americana de Derechos Humanas
En su oportunidad, la relatora de movilidad humana de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Julissa Mantilla sostuvo que todos los países que libremente suscribieron la Convención, en el que los países se comprometen a no realizar expulsiones masivas de personas en condición de vulnerabilidad, aspecto en el cual los niños y adolescentes tienen especial atención. Reconoció que México tuvo apertura al permitir una “visita virtual” de integrantes de la CIDH sobre migración en este año, preparándose una visita para el próximo año de forma presencial.
Por su parte, Luis Raúl González Pérez, quien está a cargo del Programa Universitario de Derechos Humanos aseveró que la intensificación de los flujos migratorios en la región derivan de la situación de pandemia que agudizó problemáticas de pobreza, marginación, economía y violencia.
Pero más allá de los números y millones de personas en migración en todo el mundo, está claro que la adopción no se pueden adoptar políticas migratorios privilegiando el enfoque de seguridad, con acciones represivas o que criminalicen a los migrantes, porque lejos de inhibir los flujos migratorios, solamente aumenta las condiciones marginales y de mayor riesgo en que se generan éstos.
González Pérez aseveró que más allá de que se cuente con un buen marco jurídico pero si las reformas, leyes e instituciones, sino que se acompañen los presupuestos necesarios para instrumentarlos, porque de lo contrario solo quedan en buenas intenciones.