Ottawa. Una provincia en el oeste de Canadá declaró este miércoles estado de emergencia a raíz de inundaciones que causaron estragos en varias localidades y la evacuación de miles de residentes, después de que el gobierno enviara militares a la zona.
El Primer Ministro de la Columbia Británica, John Horgan, dio luz verde al estado de emergencia en esta provincia, donde lluvias torrenciales caídas el domingo y el lunes provocaran deslaves e inundaciones, dejando un fallecido y miles de evacuados en el sur de la provincia.
Tres personas fueron reportadas desaparecidas en los deslaves, indicó la policía durante una conferencia de prensa.
"Lamentablemente, esperamos confirmar más fallecidos en los próximos días", aseguró Horgan.
El estado de emergencia busca restaurar lo más rápido posible el acceso a carreteras que llevan varios días cerradas, lo que causó a su vez la interrupción de las cadenas de suministro.
Las autoridades no recomiendan desplazamientos para priorizar así la entrega de bienes esenciales y servicios médicos y de emergencia.
"Limpieza y reconstrucción"
La medida, que puede ser prolongada, estará vigente por 14 días y viene después de que el gobierno anunciara el envío de militares para reforzar la asistencia en zonas afectadas.
"Hemos aprobado el despliegue de personal de apoyo aéreo de las Fuerzas canadienses para ayudar en los esfuerzos de evacuación, apoyar las vías de suministro y proteger a los residentes contra las inundaciones y los deslizamientos de tierra", tuiteó Bill Blair, ministro de la Seguridad Pública.
El primer ministro Justin Trudeau prometió en tanto desde Washington, donde se encuentra de visita, que su gobierno "estará ahí para la limpieza y la reconstrucción" luego de estos "eventos meteorológicos extremos".
Ottawa ya había enviado esta semana helicópteros para socorrer a cerca de 300 conductores atrapados por los deslaves.
Numerosas carreteras estaban cerradas y varias localidades inundadas este miércoles, luego de que el valle de Fraser, al este de Vancouver, registrara hasta 250 milímetros de precipitaciones, condiciones que causaron la interrupción de los servicios ferroviarios en el puerto.
"Agua de otro país"
La ciudad de Abbotsford, próxima a Vancouver, exhortó el martes a parte de sus 162.000 habitantes a evacuar ante la falla potencial de una estación de bombeo.
Unos 200 habitantes fueron trasladados vía aérea en la víspera, informó el alcalde de Abbotsford, Henry Braun, quien estima que las inundaciones obedecen principalmente a la crecida del río Nooksack, a unos 10 kilómetros de distancia, en Estados Unidos.
La estación de bombeo "no estuvo nunca destinada o concebida para recuperar agua de otro país", dijo Braun en una rueda de prensa.
Usuarios han reportado anaqueles vacíos en establecimientos de comida a lo largo de la provincia, al tiempo que se cortaron las cadenas de suministro.
Mientras, al otro lado de la frontera, la localidad de Bellingham, en el estado de Washington, comenzó desde el martes trabajos de limpieza tras las inundaciones.
Meteorólogos responsabilizan del diluvio a un inusual "río atmosférico", o una franja estrecha de humedad proveniente de regiones tropicales hacia los polos.
El clima extremo se produce después de que la provincia de Columbia Británica sufriera altas temperaturas récord durante el verano que dejaron más de 500 muertos, así como incendios forestales que destruyeron un municipio.