La Habana. Cuba y Estados Unidos intercambiaron acusaciones el domingo, en la víspera del día fijado para una marcha opositora, que fue declarada ilegal por el gobierno.
"No tiene EEUU derecho a contaminarnos la alegría con provocaciones e inventos desestabilizadores", dijo el domingo en Twitter Carlos Fernández de Cossio, director general para Estados Unidos.
El presidente Miguel Díaz-Canel estaba reunido al mediodía con los "pañuelos rojos", estudiantes que apoyan al gobierno y que están acampados desde el sábado en el Parque Central de La Habana.
El viernes el mandatario dijo que sus partidarios están preparados "para defender la revolución" y "enfrentar cualquier acción injerencista contra nuestro país", en alusión a Estados Unidos.
Estados Unidos, por su parte, instó el domingo a Cuba a permitir la manifestación opositora del lunes.
"Pedimos al gobierno cubano que respete los derechos de los cubanos y les permita reunirse pacíficamente y hacer uso de sus voces sin temor a represalias o violencia por parte del gobierno, manteniendo abiertas las telecomunicaciones y la conexión a internet para el libre intercambio de información", dijo el secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, en un comunicado.
Blinken condenó lo que calificó de "tácticas de intimidación" por parte del gobierno cubano antes de las protestas previstas. Dijo que Estados Unidos continuará con medidas que "apoyen al pueblo cubano y promuevan que el régimen se responsabilice de la represión y las violaciones a los derechos humanos".
Opositor sitiado
El opositor cubano Yunior García, que pretende marchar el domingo en solitario por La Habana, se encontraba sitiado por agentes de seguridad afuera de su casa.
"Mi casa amaneció sitiada, está rodeado todo el edificio de agentes de la seguridad del Estado vestidos de civil haciéndose pasar por pueblo", dijo García el domingo por la mañana, en una transmisión directa por Facebook.
Un equipo de la AFP constató que la calle está bloqueada por una fuerte presencia de agentes vestidos de civiles en la acera y en los tejados de edificios del barrio obrero de La Coronela, ante la mirada de muchos vecinos desde la calle.
García, un dramaturgo de 39 años y fundador de Archipiélago -un grupo de reflexión política en Facebook organizador de la manifestación del lunes- mantiene su intención caminar en solitario por una céntrica calle de La Habana, pese a haber sido advertido que sería detenido.
"Estoy listo, como ven, vestido de blanco con una rosa blanca y cuando sea el momento saldré de mi casa", dijo con el rosario que lleva colgado en el cuello desde hace días.
Cansado tras ser expuesto semanas como enemigo número uno en medios estatales, Yunior García dijo estar preocupado de que pudiera generarse violencia en la manifestación convocada para el lunes en la capital del país y en seis provincias más. Esa posibilidad lo decidió a marchar en solitario un día antes.
Archipiélago, con más de 30 mil miembros dentro y fuera de Cuba, mantiene de todas formas el llamado para marchar el lunes.