Jartum, Sudán. Fuerzas de seguridad sudanesas detuvieron al jefe de la oficina de Al-Jazeera en el país, según dijo el domingo la televisora catarí, al día siguiente de protestas masivas en Sudán por el golpe de Estado del mes pasado.
Fuerzas sudanesas asaltaron la casa de El Musalmi El Kabbashi, según indicó la televisora en Twitter.
La detención se produjo al día siguiente de que las fuerzas de seguridad emplearan munición real y gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes que protestaban contra las crecientes restricciones militares en el país.
Un manifestante de 15 años murió el domingo por los disparos que había recibido en el estómago y el muslo, lo que elevó a seis la cifra de muertos en las marchas, indicó el Comité de Médicos de Sudán.
En un comunicado posterior, la televisora dijo que El Kabbashi fue detenido en su casa de Jartum, la capital sudanesa. La cadena dijo considerar responsable de su seguridad al Ejército sudanés.
“Al-Jazeera condena en los términos más firmes las reprochables acciones del Ejército y pide a las autoridades que liberen de inmediato a El Kabbashi y permitan que sus periodistas operen sin trabas, libres de ejercer su profesión sin miedo ni intimidación", dijo el canal.
No fue posible contactar de inmediato con autoridades sudanesas para pedir comentarios.
Miles de manifestantes a favor de la democracia tomaron el sábado las calles en Sudán para protestar contra el golpe militar del mes pasado. El golpe ha provocado críticas internacionales y enormes protestas callejeras en la capital, Jartum, y otros puntos del país.
Las muertes del sábado ocurrieron en Jartum y su ciudad gemela, Omdurman. Cuatro de los fallecidos fueron baleados, mientras que el quinto sufrió el impacto de una lata de gas lacrimógeno, según el Comité de Médicos de Sudán. El sexto murió el domingo por los disparos recibidos el día anterior. Muchos otros manifestantes resultaron heridos, algunos por balas, señaló el grupo.
Al menos 21 manifestantes han muerto desde el golpe del 26 de octubre, según el grupo médico.
Las manifestaciones, convocadas por el movimiento a favor de la democracia, se celebraron dos días después de que el líder del golpe, el general Abdel-Fattah Burhan, se renombrara a sí mismo como líder del Consejo Soberano, el organismo de gobierno interino en Sudán. La decisión del jueves indignó a la alianza prodemocrática y frustró a Estados Unidos y otros países que han instado a los generales a dar marcha atrás en su toma del país.
El movimiento a favor de la democracia condenó “el uso excesivo de la fuerza” contra los manifestantes el sábado. Las Fuerzas por la Declaración de Libertad y Cambio afirmaron que “no detendrán” su lucha para establecer un gobierno plenamente civil y convocaron nuevas protestas para el miércoles.
El Ejército sudanés tomó el poder el 25 de octubre, disolvió el gobierno de transición y detuvo a decenas de funcionarios y políticos. El suceso descarriló la frágil transición hacia un sistema democrático, más de dos años después de que un alzamiento popular forzara la destitución del veterano autócrata Omar al-Bashir y su gobierno islamista.