St. Petersburg. El director del circuito profesional del tenis femenino (WTA, por sus siglas en inglés) reclamó el domingo que se realice una investigación de las denuncias de agresión sexual que una jugadora china, dos veces campeona de dobles en torneos de Grand Slam, hizo contra un ex alto funcionario en ese país.
A inicio de este mes, Peng Shuai, ex número uno de dobles, escribió en las redes sociales que Zhang Gaoli, ex vicepresidente y miembro del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista Chino, le obligó a tener relaciones sexuales sin su consentimiento, tras un partido de tenis hace tres años.
La publicación, que fue borrada de su cuenta verificada en Weibo, la principal plataforma de redes sociales en China, también indicó que tuvieron relaciones sexuales hace siete años y que ella sintió algo por el político tras ello.
“Peng Shuai, y todas las mujeres, merecen ser escuchadas, no censuradas. Su acusación sobre la conducta de un ex líder chino de agresión sexual debe ser tratada con la mayor seriedad”, dijo Steve Simon, el presidente y director ejecutivo de la WTA.
“En todas las sociedades, el comportamiento que ella alega que tuvo lugar debe ser investigado, no tolerado o ignorado. Felicitamos a Peng Shuai por su notable coraje y fuerza al denunciar. Las mujeres de todo el mundo están encontrando sus voces para que se puedan corregir las injusticias”.
“Esperamos que este problema se maneje adecuadamente, lo que significa que las acusaciones deben investigarse de manera completa, justa, transparente y sin censura”, añadió Simon.
Peng ha acumulado 23 títulos de dobles en la gira, incluyendo consagraciones en Wimbledon en 2013 y el Abierto de Francia en 2014. También alcanzó las semifinales de individuales en el Abierto de Estados Unidos en 2014.
Su acusación es la primera contra un prominente funcionario del gobierno desde que el movimiento “#MeToo” afloró en China en 2018 tras haber sido sometido por las autoridades ese mismo año.
En la publicación, Peng, de 35 años, escribió que Zhang, ahora de 75, y su esposa acordaron con ella jugar tenis en Beijing hace tres años y él luego se la llevó a una habitación de su residencia, donde la agresión se produjo.
“Tuvo tanto miedo esa tarde, sin pensar que esto pudo haber pasado”, relató en la publicación.
Zhang se retiró en 2018 y ha desaparecido de la escena público, como es habitual con los ex líderes chinos.