Ciudad de México. Para su primer largometraje, Rodrigo Ruiz Patterson decidió contar una historia cercana a él. Así que se puso a reflexionar sobre su pasado, con el objetivo de escribir un guion. Hablando con profesores, familia y amigos, el cineasta recopiló notas con las que logró forjar un libreto poco funcional, me di cuenta de que mi vida no era tan interesante como yo creía, que una película honesta no necesariamente es sinónimo de una buena cinta
, reconoció.
Para que su película pudiera funcionar en términos dramáticos, Ruiz Patterson decidió valerse de la ficción, y como resultado, surgió Blanco de verano, una cinta con un protagonista adolescente que es criado y se relaciona únicamente con su madre. Director y personaje comparten nombre, además de algunos aspectos como las dinámicas surgidas de contar sólo con la mujer que les dio vida, pero la historia es más que una biografía del también guionista.
A Ruiz Patterson, más que dar un mensaje, lo que le interesaba era desarrollar a sus personajes, y ponerlos en una situación de conflicto y ver qué arrojaban. Serle fiel a los personajes, a cómo actuarían, a sus relaciones. Sin pensar en ningún tema, sin nociones preconcebidas ni mensajes que quisiéramos dar
, explicó el director.
Relación edípica
Aunque en Blanco de verano se puede plantear una relación edípica, realmente no era algo que pensábamos mucho cuando escribíamos. Intentábamos no darle ese nombre, no era decir estamos haciendo Edipo contemporáneo. Simplemente como que era todo subordinado a estos personajes, crear unos que se sintieran reales, construirlos a partir de todo esto que carecen, de sus secretos, de sus vergüenzas, de aquello que les rompe el corazón
, señaló Ruiz Patterson.
Comunicación verbal
Otro rasgo que caracteriza la narrativa de la película es la constante falta de comunicación verbal entre los protagonistas, creo que son personajes que sicológicamente reprimen mucho lo que les sucede. El chico porque tiene 13 años y está experimentado estas emociones complejas por primera en la vida, como los celos, el amor, la dependencia emocional
, detalló el cineasta.
Y en el caso de la madre es un proceso de negación. Es una mujer que está tratando de formar una familia y tiene sus mejores expectativas en eso
, abundó Ruiz Patterson.
Sin embargo, para el director esa manera de abordar un conflicto no es la mejor fuera del cine. Lo primero que uno tendría que hacer para resolver un problema es hablar de él. Si no se hace éste empieza a encarnar más y se vuelven más complejo. En la vida creo que eso está muy jodido, pero para la ficción creo que funciona bien
, explicó Rodrigo.
Si bien Blanco de verano es el primer largometraje de ficción de Ruiz Patterson, el cineasta ya ha tenido experiencia previa tanto en cortometrajes como en documentales. Eso ha nutrido también su labor como realizador de ficción, con la que se siente más identificado. Al final el documental te sirve como un buen catalizador de la realidad. Observarla te entrena a distinguir qué es real y qué no, qué funciona dramáticamente y qué no dentro de ella
, detalló Rodrigo.
A la hora de producir cine de ficción, Rodrigo ha buscado una manera de retratar el mundo interior de los personajes
, así como su complejidad. Para Blanco de verano, por ejemplo, el director utilizó la pirotecnia como elemento visual. Tienes que encontrar la forma de retratar eso audiovisualmente. Entonces estamos hablando de un chico que reprime sus emociones, de alguna forma esa represión tenía que hacer erupción. Y la manera que encontramos de ver esa evolución pues fue en esta metáfora del fuego
, contó.
Mucha de la filmografía de Ruiz Patterson ha participado en festivales de cine como el Sundance y el de Morelia. Cortometrajes como Australia, Todos queremos dormir, Arreglo napolitano y el documental Bad Hombres han sido dirigidos por el director originario de la Ciudad de México.
A pesar de eso, Rodrigo, quien ha estado escribiendo y trabajando en sus próximos proyectos durante la pandemia, ve cada proceso como algo independiente. Creo que es una combinación de que uno sí va aprendiendo ciertas mañas a partir de la experiencia, pero también por otro lado cada película es distinta, como que no hay una receta, y requiere cosas diferentes. Entonces a pesar de que aprendes, tal vez tu caja de herramientas va teniendo más elementos que usar, siempre es un nuevo viaje
, señaló.
Blanco de verano se estrena en salas de cine mexicanas el próximo 18 de noviembre.