Guadalajara, Jal. El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard dijo que varios países, tanto desarrollados como aquellos “donde hay más pobreza”, tienen un marcado interés en respaldar la propuesta que el martes, en el Consejo de Seguridad de la ONU, hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador para integrar un fondo emergente que pueda apoyar de forma económica a los países en vías de desarrollo.
El Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar propuesto por el presidente mexicano en Nueva York logró captar el interés de países como el mismo Estados Unidos, los integrantes de la Unión Europea y China, pero en especial de los países donde hay más pobreza y que “evidentemente son los que mostraron un interés más grande”.
Ebrard, entrevistado en Temacapulín, poblado en la región alteña de Jalisco a donde acudió este miércoles acompañando a López Obrador y al resto del gabinete federal, dijo que los comentarios tras la presentación del plan es que se trata de algo muy razonable porque, además, recién se aprobó un impuesto global que hace que la propuesta mexicana se vea como “algo posible”.
Dijo que ahora lo que sigue es la unión de los países interesados para que el plan sea presentado en conjunto y que trascienda a la iniciativa de México, que se convierta en una propuesta “mucho más grande” avalada por un grupo de países.
“Ya tenemos la estructura del plan, se las vamos a presentar y de ahí lo vamos a llevar a la asamblea de la ONU donde esperamos los votos suficientes para que se haga un mandato, ese es el plan”, sintetizó.
Cuestionado sobre el tiempo que tardaría en avanzar la propuesta para primero integrar a los países interesados, dijo que eso dependerá de la velocidad con la que los mismos países tomen sus decisiones.
“A veces se tarda un poquito pero yo creo que esto lo estamos pensando para la primavera del año que viene”, explicó.
El plan propuesto por López Obrador busca garantizar el derecho a una vida digna a 750 millones de personas que sobreviven con menos de dos dólares diarios. La bolsa anual disponible para este fin sería de alrededor de un billón de dólares, integrada con los recursos aportados por los hombres y países más ricos del planeta.
Las aportaciones serían voluntarias y corresponderían al 4 por ciento de las fortunas de un millar de las personas más ricas, una aportación similar por parte de las mil corporaciones privadas más importantes por su valor en el mercado mundial y 0.2 por ciento del producto interno bruto de los integrantes del Grupo de los 20.