Ciudad de México. El fuerte aumento en los precios de los energéticos y de las mercancías en México se reflejó en la inflación de octubre. De acuerdo a los datos dados a conocer este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) subió 0.84 por ciento en el décimo mes del año, con respecto a septiembre, su nivel más alto para un mismo mes desde 1998, cuando fue de 1.43 por ciento.
Así, en 12 meses, la expansión de la inflación fue de 6.24 por ciento, el mayor registro anual desde diciembre de 2017, cuando en aquel entonces el incremento general de precios fue de 6.77 por ciento. Además, la inflación es más del doble de la meta de estabilidad de precios de 3.0 por ciento que tiene como objetivo el Banco de México (BdeM) para mantener el poder adquisitivo de los mexicanos. El incremento de precios lleva 22 meses fuera de esta meta.
El alza de los precios en medio de la inédita disrupción de las cadenas de valor y del incremento de los commodities industriales y agropecuarios, principalmente, le pone cada vez más presión al banco central y a la política monetaria.
Claro porque el INPC experimentó otro fuerte salto en octubre, superando nuevamente las expectativas del mercado y los expertos, quienes pronosticaron una inflación general anual de 6.2 por ciento en octubre, con un crecimiento del INPC de 0.75 por ciento mensual en octubre, según la última encuesta de Citibanamex.
Le meten combustible a la inflación
La inflación subyacente, que excluye de su medición los productos de alta volatilidad de precios como son los energéticos y los agropecuarios, y si los de los bienes y servicios, subió de manera mensual 0.49 por ciento, el mayor aumento para dicho mes desde 2000, para ubicarla en 5.19 por ciento anual, la más alta en más de una década.
Dentro del índice de precios subyacente, los precios de las mercancías se incrementaron 0.60 por ciento y los de los servicios 0.38 por ciento mensual; mientras que de manera anual, alcanzaron 6.58 por ciento y 5.11 por ciento, en ese orden.
Por su parte, la inflación no subyacente, aquella que sí incluye productos de alta volatilidad como los precios agropecuarios y energéticos, aumentó 1.87 por ciento en octubre, para llevarla a una tasa anual de 9.47 por ciento.
Al interior del índice de precios no subyacente, los precios de los productos agropecuarios crecieron 0.18 por ciento mensual (9.02 por ciento anual) y los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno ascendieron 3.22 por ciento (13.44 y 9.82 por ciento, respectivamente), como consecuencia en mayor medida, de la conclusión del subsidio al programa de tarifas eléctricas de temporada de verano en 18 ciudades del país donde el INPC tiene cobertura, precisó el Inegi.
Inflación futura
En tanto, el Índice Nacional de Precios Productor (INPP) subió 1.49 por ciento mensual en octubre, resultado de alzas en los precios de actividades secundarias de 2.20 por ciento y terciarias de 0.48 por ciento y una baja en primarias 0.82 por ciento; en términos anuales, la inflación de los precios productor se ubicó en 8.59 por ciento.
Adrián Muñiz, analista de economía nacional de Vector Casa de Bolsa, afirmó que el Índice Nacional de Precios al Productor, que ha estado presionado, es un indicador de presiones inflacionarias futuras, debido a que es la inflación que literalmente están enfrentando los productores.
“Esa inflación eventualmente se traslada a precios del consumidor porque los productores incrementan sus insumos, ellos enfrentan más inflación y naturalmente ellos tienen que tomar una decisión, o ellos absorben los costos, el incremento de la inflación a costa de mi utilidad o la transfiere al consumidor final. La decisión nunca se la quedan ellos y es una parte y parte”.