Ciudad de México. Más de 100 mil personas se congregaron en Paseo de la Reforma para acompañar a Checo Pérez en el sueño de un primer podio ante su afición en el Gran Premio de la Ciudad de México, el próximo fin de semana en el autódromo Hermanos Rodríguez, a bordo de su poderoso RB7 del Red Bull Racing.
GALERÍA: Miles observan la carrera de exhibición de 'Checo' Pérez en Paseo de la Reforma
Era uno de los primeros espectáculos masivos en la ciudad, el Show Run CDMX 2021, organizado por la marca de bebidas energéticas del nuevo equipo del piloto jalisciense. Y como ya es tradicional cada que retorna a México con la Fórmula 1 desde 2015, Checo brilló en la “pista” con espectaculares arrancadas y “donas” en el trazado entre la Diana Cazadora, convertida en curva peligrosa, y la glorieta del Ángel de la Independencia.
Aunque fue un día laboral, miles de personas se dieron cita desde la madrugada, algunos desde la noche anterior, para asegurar los mejores lugares en las gradas o detrás de las dovelas colocadas a lo largo del circuito de cerca de 1.4 kilómetros.
Decenas de miles se mantuvieron de pie durante varias horas en hordas, sin siquiera centímetros de distancia, apenas protegidos con cubrebocas, y expectantes a la fiesta de la velocidad, que inició con la final de una categoría juvenil de karts, y también entraron a la “pista” el niño Mateo, de cinco años en un minikart, así como los más triunfadores en el plano internacional: el ralista Benito Guerra y Memo Rojas, multicampeón de resistencia.
Pero lo que más deseaban los aficionados era ver a Checo al mando del Toro Rojo y escuchar el rugido del bólido, por lo que el respetable reclamaba a las conductoras del acto: “¡Que se ca-llen, que se ca-llen!” Y es que los aficionados preferían lanzar sus propios vítores y porras al piloto, cantar el Cielito lindo, y no los sugeridos en los altavoces.
Los asistentes celebraron la exhibición desde la primera de tres salidas de Pérez, quien aprovechó para saludar a la gente, pero después, en los siguientes giros, hizo rugir con fuerza el motor V8 para beneplácito de los asistentes que, en principio, según reportes oficiales, superaban los 100 mil, número que fue creciendo con el desarrollo de la jornada.
En el ambiente privó esa grata sensación de que el piloto mexicano puede conquistar el domingo un triunfo histórico para México en el Hermanos Rodríguez, aunque él ha subrayado que se debe al equipo y a la mancuerna con el holandés Max Verstappen, actual líder del campeonato, con 12 puntos de ventaja sobre el británico Lewis Hamilton.
Pérez viene de dos podios consecutivos en Turquía y Estados Unidos, así que, por primera vez en sus 11 temporadas en la F1, tiene posibilidades reales de subir al podio.
Un grupo de mariachi apareció a las puertas de los pits colocados en la Diana, donde Checo abrazó la bandera mexicana y saludó a la multitud.
Gracias a todos los que vinieron. Nos lo merecemos después de todo lo que ha pasado. Hoy es un día para celebrar, para sentirnos orgullosos de nuestro país. No tengo palabras para agradecer tanto cariño y apoyo. Nos vemos el domingo para festejar, dijo el piloto tricolor, quien corrió con el nómex de su escude-ría con motivos de mariachi, que utilizará el domingo en la carrera.
Estaba contemplada una cuarta salida del piloto, así como una conferencia de prensa en plena glorieta, pero el programa fue recortado como medida de seguridad para las multitudes, debido al avance de una manifestación por Reforma hacia la zona, no relacionada con el acto.
El comercio informal no se hizo esperar hasta el fin de semana. Los comerciantes aprovecharon la venta de productos relacionados con la competencia y algunos artículos con la exhibición misma, así que a muchos les resultaron útiles los periscopios de cartón de fabricación casera, para las personas de menor estatura, además de que la marca repartió recuerdos. Cientos se llevaron abrazada la silueta del ídolo del automovilismo mexicano, también de cartón.