París. La Torre Eiffel, en dificultades económicas por la crisis sanitaria, registró en octubre el nivel de visitas previo a la pandemia y reanudó las obras de pintura que deben culminar para los Juegos Olímpicos de 2024.
La Dama de Hierro, que reabrió sus puertas en julio tras nueves meses de cierre, vivió "un buen mes de octubre" gracias a un "regreso real del turismo" en la capital, aseguró a la Afp este jueves la compañía que la explota, Sete.
La instauración de un pasaporte sanitario no frenó este aumento. La Torre Eiffel propuso pruebas de antígenos para los visitantes sin ese salvoconducto, una medida que terminará el domingo tras 14 mil test desde julio.
Durante el verano boreal, más de 13 mil personas visitaron este símbolo de París cada día, contra los 25 mil de media antes de la pandemia, es decir el objetivo fijado si se tiene en cuenta el aforo limitado al 50 por ciento en ascensores.
El número de turistas aumentó a más de 20 mil durante los fines de semana de octubre, es decir "mejor que en 2019" para esos días, indicó Sete, que observa un "regreso" de ciudadanos de países vecinos y estadunidenses.
Pero con 1.5 millones de visitantes previstos para 2021, frente a los 6.2 millones de 2019, este retorno progresivo no permitirá cubrir "las pérdidas acumuladas" con la crisis, según esta fuente.
Este monumento, de pago, cerró sus puertas entre marzo y junio de 2020 y, de nuevo, de octubre a julio de 2021 por los confinamientos. Para este año, la empresa prevé 75 millones de euros (86.6 millones de dólares) de pérdidas.
En 2020, tuvo un déficit de 52 millones de euros (60 millones de dólares). La empresa, que cuenta con un préstamo del Estado y una recapitalización de la Alcaldía de París, negocia ahora con el gobierno, aseguró.
Suspendido desde principios de febrero debido a la presencia de trazas de plomo por encima del umbral permitido, el proyecto de pintura en curso se reanudó el 11 de octubre con un nuevo protocolo, según Sete.
Esta vigésima campaña de pintura del icono de la Exposición Universal de 1889 debe permitirle recuperar un color dorado, de cara a la celebración de los Juegos Olímpicos en la capital francesa en 2024.