Cuitzeo, Mich., Tras el periodo de lluvias que duró poco más de seis meses, el lago de Cuitzeo volvió a recuperar la mayor parte de su superficie que abarca unos 350 kilómetros cuadrados. Sin embargo, la parte poniente del embalse alcanzó una profundidad entre 10 y 20 centímetros, mientras que la zona poniente alcanza en algunos sitios más de 1.5 metros de profundidad, a decir Arturo Chacón, investigador del medio ambiente de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).

Sin embargo, en cinco meses sobre todo la parte poniente del lago donde se ubican los municipios de Cuitzeo, Copándaro, Huandacareo Y Chucándiro, podría estar totalmente seco como estaba en marzo de este 2021, afirmó el catedrático nicolaíta.

Desde hace más de 15 años, las autoridades gubernamentales decidieron proteger el área oriente del lago para tratar de evitar que se secara, es por ello que bloquearon (casi a la mitad del lago) con tierra los costados del puente que ha sido el acceso a la cabecera municipal de Cuitzeo, para evitar que el agua se fuera a la parte poniente y evitar de esta forma que todo el lago colapsara.

Sin embargo, ante la gravedad de la sequía (causada también por el cambio climático), en los primeros meses de este 2021 buena parte de la zona poniente también se secó. Y a decir del investigador el lago de Cuitzeo seguirá degradándose, aunque aparentemente pareciera que se está recuperando.

Este punto de vista coincide con habitantes de San Agustín del Maíz, municipio de Copándaro, que viven en la ribera del lago. “Es cierto que fue un año lluvioso, pero el agua alcanzó los mismos niveles de otros años donde ha habido lluvias regulares. Tendría que ser algo extraordinario, como hace décadas no ocurre”, señaló Alejandro González, estudiante de ingeniería forestal de la UMSNH y vecino de esta comunidad.

En la orilla del lago donde hay una parcela de pastizal, y se alimentan rebaños y ganado, Alejandro González comentó que la Comisión Nacional de Agua, dejó una marca con un bloque de cemento, donde señala hasta dónde podría alcanzar el nivel de agua durante un periodo de lluvia extraordinario. “Aquí está la marca y cada vez la orilla del agua está más lejos, al menos son 50 metros de distancia en una parte que asciende poco a poco”.

Dijo que la degradación del lago es irreversible, porque además de los asentamientos humanos, las áreas de cultivo y ganadería, y de toda el agua que va a parar a la presa de Malpaís y a la zona agrícola del Valle Morelia-Queréndaro, por donde cruza el Río Grande. Las aguas que vienen de la sierra de Morelia y de otras montañas de los alrededores del lago han sido deforestadas lo que ha provocado deslaves y sedimentos que llenan de lodo y desechos todo el lago. “Hemos visto cómo la laguna se llena de tierra que viene de Morelia y Tarímbaro.

Pero esta temporada fue favorable, están llegando patos, garzas y esperamos el arribo del pelícano borregón. Hay muchas aves y diferentes especies de fauna están apareciendo, pero no sabemos cuánto tiempo durará esto, comentó Alejandro.

En tanto, Gatulia Maycotte, dirigente de la organización ambientalista Amigos del Lago de Cuitzeo, sostuvo que se pueden hacer muchas cosas para evitar que las colonias y poblados como Miguel Silva, Copándaro y Cuitzeo sean afectadas por los terregales en tiempos de estiaje, porque las nubes de polvo ocasionan padecimientos gastrointestinales, respiratorios, cutáneos y oculares, sobre todo entre infantes y adultos mayores. “Ha habido mal uso de las compuertas de distribución, el vital líquido se ha utilizados para actividades agrícolas y ganaderas que benefician a municipios como Álvaro Obregón, Queréndaro y Zinapécuaro.

Gatulia Maycotte demandó a las dependencias federales y estatales de proteger el medio ambiente, acciones de protección, restauración y conservación de los ecosistemas y recursos naturales, así como de bienes y servicios ambientales. También se necesitan tareas de prevención y control de la contaminación.