Ciudad de México. Más de 800 mil espectadores visitaron la Gran Ofrenda en el Zócalo de la Ciudad de México, la cual abrió desde el 31 de octubre y se clausuró este martes, informó la Secretaría de Cultura (SC) capitalina en un comunicado.
“Transeúntes nacionales y extranjeros llegaron a la Plaza de la Constitución para disfrutar de este montaje integrado por 27 ofrendas que plasmaron la celebración del Día de Muertos. Inspirada en el Códice de Mendoza, la instalación conmemoró los 500 años de Resistencia Indígena.
“Siete de éstos fueron elaborados por la comunidad de Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (Pilares), así como por las Fábricas de Artes y Oficios (Faros), quienes rindieron homenaje a los señoríos de la antigua cuenca de México: Matlatzincas, Tepaneca, Tlalhuicas, Malinalca, Acolhuas, Xochimilcas, Chalcas y Mexicas; cada uno con símbolos en papel picado y barro, distinguidos por murales de manta y glifos representativos de cada zona”, difundió la SC.
Además, agregaron, participaron diversas entidades y pueblos originarios de Yucatán, Chiapas, Oaxaca, Puebla y Tlaxcala, quienes colocaron coloridos tapetes de Huamantla, marcaron los cruces diagonales de los cuatro cuadrantes del Códice de Mendoza y albergaron las efigies de los pueblos nahuatlacas.
En la plaza más importante del país, los paseantes apreciaron las ofrendas tradicionales de los estados de Morelos, un Calpulli Amalinalitzin del barrio de Caltongo, Xochimilco; un Altar de Muertos de Santiago de Anaya, pueblo otomí del Valle del Mezquital, Hidalgo; así como un altar de la región de La Montaña del estado de Guerrero y uno mazateco de San Pedro Ixcatlán, Oaxaca, entre otras.
Adultos, jóvenes y niños se dieron cita en el corazón de la ciudad, del 31 al 2 de noviembre, para disfrutar del reflejo de uno de los documentos pictóricos prehispánicos más importantes, que plasma la fundación de México-Tenochtitlan y ofrece, en sus 71 páginas, un panorama económico, político y social al ser considerado el más completo de los códices mesoamericanos”, cita el boletín.
Recibidos por más de 20 presentaciones artísticas en el escenario principal, que incluyeron conciertos de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México y de la Orquesta Típica de la Ciudad de México, los transeúntes también disfrutaron del emotivo Memorial Digital, formado por tres pantallas gigantes, en las que se pudieron ver las imágenes y fotografías de distintas personas y seres queridos que han fallecido y las cuales fueron compartidas de manera voluntaria por la ciudadanía.
Las fotografías y selfies no faltaron en esta jornada festiva, acompañada con los mexicráneos y las catrinas gigantes, así como la instalación “Ciudad Mictlán. Postales del Inframundo”, la cual permitió interactuar con su rostro en un viaje al Mictlán, junto con representaciones prehispánicas de cinco mensajeros del inframundo, criaturas que fungían como emisarios entre los vivos y muertos e iban y venían del Mictlán o Xilbabá.
Asimismo, se retiró, de la Alameda Central, la “Verbena Florida: Ofrenda Comunitaria”, instalación de ocho ofrendas-escenarios que albergaron 150 actividades artísticas, con murales y tzompantlis de gran formato, donde se acercó al público a las labores culturales que se realizan en las Faros y Pilares de las 16 alcaldías.
Con apego a las medidas sanitarias, la Gran Ofrenda del Día de Muertos en el Zócalo capitalino fue organizada por las Secretarías de Cultura federal y capitalina, tras ser suspendida el año pasado por la pandemia. El programa cultural promovió la reactivación económica y cultural en la Ciudad de México, afirmaron las instituciones.
