Acapulco. El panteón municipal de la colonia Garita luce en el descuido y olvidado, salvo por las tumbas adornadas por familiares que visitan a sus difuntos.
En las horas previas al Día de muertos de los adultos, como se considera al 2 de noviembre, en los pasillos del panteón de la Garita sobresale la maleza, las ramas podadas y secas, los restos de festejos de otros años, envases de vidrio y plástico, basura desperdigada, olvido, y hasta tumbas abiertas.
—Así lo hacen a propósito, si las tumbas siguen sucias y con hojas es que los familiares ya no vienen y las pueden vender—, dijo una mujer que arreglaba la tumba de su abuela, donde pintaba con letras doradas su nombre escrito sobre la lápida.
—El municipio solo arregló el de Las Cruces y el panteón de San Francisco, porque es el que está más a la vista—, reprochó otra señora, que con su esposo y familiares acudió después de dos años al cementerio, pues por el Covid-19 estos lugares cerraron el año pasado, pero ni así fue limpiado el camposanto.
Teresa Marquín, acudió con su hermana a visitar la tumba de su padre, quien falleció hace más de 20 años, comentó: “Han dejado caer demasiado este lugar, aquí ya parece basurero, hay mucha maleza, nosotras venimos cada año, ahí hay un montón de hojas, se ve que chaponaron y dejaron todo ahí”.
—Si uno no viene, el panteón estaría todo descuidado—, añadió.
Mientras que en la parte exterior, la basura se comienza a acumular en los contenedores.
En el acceso principal al camposanto, fue colocada una pancarta con las medidas a seguir para evitar contagios de Covid-19, y de manera amable un trabajador coloca gel antibacterial en las manos de los visitantes.
En el exterior del panteón, las flores de cempasúchil y la moreliana se venden más caras este año en el contexto del Día de muertos.
Vendedoras atribuyeron la elevación en los costos a que la lluvia en exceso dañó los sembradíos, y también a la demanda de flores, tras un año en que los panteones permanecieron cerrados debido a la pandemia de Covid-19.
La vendedora María Elena Santos mencionó que “el Covid nos dejó sin dinero, pobres, y la lluvia nos dejó sin flores”.
—Mal nos ha ido, las ganancias que tenemos nosotros es muy baja; nosotros compramos por maqueta, no compramos por ramito, de una maqueta sacamos 10 ramitos, cada uno lo damos en 30 pesos, pero a veces no salen los 10, salen seis o siete ramitos—, agregó.
Recordó que hace dos años vendían el ramo de flores de cempasúchil en 20 pesos, pero para recuperar, en esta ocasión deben subir los precios.
Con más de 15 años vendiendo flores en el exterior del panteón de la Garita, María Elena Santos subrayó que este año ha sido el peor.
Advirtió que el rollo o maqueta de cempasúchil en esta ocasión costó entre 350 y 390 pesos, cuando en años pasados costaba entre 150 y 180 pesos.
Enfatizó que “todo lo que viene en medio de las flores es la ganancia, este año salió horrible y no hay ventas”.
María Elena Santos explicó que “supuestamente la flor salió fea porque estuvo lloviendo, y la misma lluvia dañó la flor, por eso mismo la están vendiendo muy cara”.
La vendedora Magdalena Cornelio señaló que “ya son dos años que no ha habido nada, por la pandemia, acaban de abrir los panteones, al no abrirlos pues no podíamos venir a vender”.
La joven añadió que el ramo de moreliana subió a 120 pesos, pues cada flor costaba hace dos años entre 15 y 20 pesos, pero subió a 80 pesos este año.
Expresó que “tal vez como dieron la orden de abrir los panteones subieron los precios, antier compré la flor de moreliana en 50 pesos, y anoche la compramos a 70, 80 pesos cada una”.