Ciudad de México. Las múltiples rebajas en la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) el año pasado impactaron directamente en casi una décima parte de la deuda de la empresa, que al cierre de 2020 escaló a 2 billones 216 mil 70 millones de pesos, exhibe información consignada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En uno de los dictámenes que recién se entregaron al Congreso, detalla que la deuda en la petrolera es resultado de un alza de 166.5 por ciento en siete años. De contarse en 831 mil 425 millones de pesos al cierre de 2013 aumentó en un billón 384 mil 645 millones a diciembre pasado; es decir, 541 millones de pesos por día.
Pese a la crisis por la pandemia de Covid-19, la escalada en las obligaciones de Pemex se dieron en los primeros tres años de la administración anterior. Prácticamente 81 de cada 100 pesos en que aumentó la deuda de la empresa entre 2013 y 2020 fue mientras Emilio Lozoya Austin y José Antonio González Anaya fungieron como directores generales.
Con esta carga encima, el endeudamiento de la petrolera logró reducirse en 98 mil 826 millones de pesos en 2019, pero la crisis de 2020 la hizo subir de nuevo en más de 266 mil millones de pesos.
Parte del avance se debe a que la baja de calificación repercutió en tres líneas de crédito vigentes en 2020, toda vez que el costo de estos contratos está ligado a la calificación crediticia de la empresa
, consigna la ASF.
En concreto, luego de que en 2020 –en el marco de la crisis por loscierres económicos que impuso el coronavirus– Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch redujeron la calificación de la empresa, aumentó 0.65 por ciento el costo de dos créditos por8 mil millones de dólares y 0.95 por ciento el de otra línea de financiamiento por 28 mil millones de pesos.
Los créditos afectados por los movimientos de calificación crediticia representan menos de una décima parte de las obligaciones de la empresa, pero estas bajas de marzo y abril pudieran tener un impacto en el acceso a los mercados financieros, en las tasas de interés de los nuevos contratos o renegociaciones de deuda que, en su caso, realice Pemex durante 2021 y 2022
, de acuerdo con lo expuesto por la petrolera y consignado por la ASF.
Esos factores, sumados al entorno internacional, la tendencia en el precio de las energías fósiles y en general de las industrias que las explotan, indican la existencia de deuda significativa sobre la capacidad de Pemex para continuar como negocio en marcha
, recupera la auditoría de lo reportado en las notas a los Estados financieros consolidados de Petróleos Mexicanos, empresas productivas subsidiarias y compañías subsidiarias, al 31 de diciembre de 2020.
En este contexto, expone la ASF, el gobierno federal transferirá este año 96 mil 720 millones de pesos a Pemex para cubrir las obligaciones de corto plazo; mientras las pérdidas de la empresa suman 2 billones 591 mil 747 millones de pesos de 2013 a 2020, por arriba de la deuda; su producción ha mermado 32.4 por ciento, el precio promedio de la mezcla mexicana también se ha desfondado 63 por ciento y sólo 16 por ciento del nuevo endeudamiento va a proyectos de inversión.