Ocoyoacac, Méx. El Monte de las Cruces revivió la batalla que sostuvieron hace 221 años las fuerzas del Ejército Insurgente, dirigido por Miguel Hidalgo e Ignacio Allende, y las fuerzas leales a la Corona española, comandadas por el coronel Torcuato Trujillo.

La zona boscosa, ahora convertida en centro turístico como parte de la zona de La Marquesa, punto de referencia de la construcción del Tren México-Toluca y de decenas de pequeños comercios de antojitos y platillos típicos, vivió la representación de lo sucedido el 30 de octubre de 1810, una de las batallas más representativas de lo que fue el inicio de la lucha independentista.

El acto realizado este sábado tambien fue escenario para reconocer la participación y valía femenina en la Independencia.

Esta lucha es referente histórico, ya que a unas semanas de iniciada la Independencia, las fuerzas insurgentes pudieron avanzar hacia la capital de la entonces Nueva España tras derrotar las huestes del teniente coronel Torcuato Trujillo, integradas por dos batallones del Regimiento Provincial de Tres Villas y algunos Dragones de España.

En esta batalla acompañaron a Trujillo los militares Antonio Bringas, José de Mendívil y Agustín de Iturbide.

Este sábado 380 integrantes de la SecretarÍa de la Defensa Nacional (Sedena) y 25 actores escenificaron la batalla en la que miles de insurgentes enfrentaron a 2 mil 500 hombres que se habían apostado en este punto para impedir el avance de los independentistas a la capital.

Para el 30 de octubre de 1810, “la insurgencia sólo había tenido un enfrentamiento con los realistas durante el asalto a la Alhóndiga de Granaditas, por lo que la batalla del Monte de las Cruces representó el primer enfrentamiento formal y también la primera gran victoria de la insurgencia”, señalan las referencias históricas de la Sedena.

Por su parte, el cura Hidalgo estuvo acompañado de Ignacio Allende, Juan Aldama, José Mariano Jiménez y Mariano Abasolo ”comandaban entre 80 mil y 100 mil efectivos, de los que sólo 3 mil eran tropa disciplinada y bien armada de caballería de infantería; el resto era gente del pueblo indígena mestizos y castas”.

Antes de esta batalla, el 28 de octubre las huestes insurgentes llegaron a Toluca y al día siguiente, ya rumbo a la capital, Hidalgo dividió la tropa, una columna avanzó por el camino de Lerma y otra por el camino de Metepec-Tianguistenco.

La escenificación de este sábado fue planeada para la misma hora en que inició la batalla en 1810: las 11 de la mañana.

Al Monte de las Cruces llegaron las fuerzas independentistas, luego de que ambas columnas en que Hidalgo había dividido sus fuerzas, tras haber sostenido algunas escaramuzas.

El primer ataque insurgente fue repelido por el fuego realista de fusilería y artillería. Allende reorganizó el ataque y en coordinación con Jiménez llevaron a cabo una acción envolvente que debilitó las fuerzas realistas y lograron capturar uno de los dos cañones que poseían las fuerzas de la monarquía.

La batalla concluyó “hacia las cinco y media de la tarde, quedando en el campo más de 4 mil cadáveres”, de acuerdo con información del gobierno mexiquense.

Los soldados realistas, “muy mermados, huyeron por Santa Fe hacia Cuajimalpa. Solo 55 arribaron a la capital junto con Torcuato Trujillo”.

El cura Hidalgo decidió no avanzar y tomar la capital de la Nueva España.

El acto estuvo encabezado por el general Juan Arturo Cordero Gómez, comandante de la Primera Zona Militar.