Los enfrentamientos y bloqueos contra efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de Fuerza Tamaulipas que grupos delictivos realizaron la noche del viernes en Matamoros, Tamaulipas, dejaron un saldo de tres presuntos sicarios muertos y cuatro capturados, informó la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). Dos personas resultaron lesionadas, las cuales ya fueron dadas de alta.
La corporación agregó que una persona civil murió de manera colateral, pero no la identificó.
Extraoficialmente se dijo que se trata de Sonia Grimaldo, lideresa de trabajadores municipales en Ciudad Victoria, quien llegó a la localidad fronteriza a un encuentro de trabajo. La dirigente se desplazaba por la avenida Pedro Cárdenas Sur cuando resultó impactada por una bala.
En un comunicado, la SSP confirmó que la noche del viernes hubo una agresión a personal militar y de la Policía Estatal en la ciudad de Matamoros, la cual fue repelida con resultado de cuatro detenidos y tres muertos, todos ellos integrantes del denominado Cártel del Golfo. También se aseguró un vehículo con blindaje y cuatro armas largas, una de ellas calibre 50 y cargadores.
A reserva de ser cotejado en el curso de este día con pruebas forenses y otras periciales, hay indicios de que uno de los muertos sea Ariel Treviño Peña y/o, Javier Enrique Hernández Gutiérrez y/o Francisco Hernández Martínez, alias El Tigre, a quien de acuerdo con datos de inteligencia se ubica como jefe de halcones, líder del grupo Escorpiones del Cártel del Golfo, así como jefe de plaza para la zona de Nuevo Progreso, el cual está considerado como objetivo prioritario para la justicia de Tamaulipas y de Estados Unidos.
El Tigre está entre los más buscados con recompensa por parte de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas y enlistado dentro de la campaña de Seguridad y Prosperidad que tienen el gobierno de Tamaulipas y siete agencias federales de Estados Unidos.
Reportes iniciales señalan que personal militar y de la policía estatal realizaba labores de patrullaje en la ciudad de Matamoros cuando ubicaron varios vehículos sospechosos, a los cuales marcaron el alto. En vez de ello, los tripulantes emprendieron la huida y realizaron detonaciones contra los elementos de seguridad.
Inició una persecución por varias calles de la ciudad, para evitar la llegada de refuerzos de las corporaciones de seguridad. Integrantes del grupo delictivo lanzaran ponchallantas y bloquearan 15 puntos distintos, incluyendo los accesos a carreteras que conectan a Matamoros con Nuevo Progreso y Valle Hermoso, así como quema de tres vehículos.
Los bloqueos fueron con vehículos pesados y automóviles, los cuales fueron desactivados a la brevedad para que la vialidad quedara restablecida.
Varios de los agresores huyeron a pie y se perdieron al entrar a sitios públicos de la zona centro de la ciudad.