Ciudad de México. El gobierno de México vigilará de cerca el procedimiento de retención de tomates frescos a dos empresas mexicanas, luego de que sus mercancías fueron asociadas con trabajo forzoso, dijo la Secretaría de Economía (SE).
El pasado 21 de octubre la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) informó que sus agentes detendrán los productos de Agropecuarios Tom S.A. de C.V. y Hortícola S.A de C.V. y sus subsidiarias que transiten por el territorio de la nación vecina.
Una investigación de la agencia señaló que existen al menos cinco indicios de trabajo forzoso contra los trabajadores, según lo establecido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Entre ellos se incluye el abuso de vulnerabilidad, el engaño y la retención de salarios.
Ante ello, la dependencia encabezada por Tatiana Clouthier Carrillo señaló que vigilará de cerca el proceso de retención de mercancías que realice la CBP.
Apuntó que estos procedimientos no se desarrollan al amparo del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pero el pacto comercial vigente desde 2020 prevé disposiciones de cooperación para la identificación y movimiento de mercancías producidas con trabajo forzoso.
La SE reiteró su compromiso de combatir el trabajo forzoso al amparo del T-MEC e indicó ser respetuosa de las decisiones y los procesos de legislaciones nacionales de Estados Unidos.
“Las empresas afectadas tienen la posibilidad de recurrir a un mecanismo de revisión del caso ante las autoridades estadunidenses”, dijo.
De acuerdo con la CBP el TMEC estableció un marco sólido para que la agencia trabaje en estrecha colaboración con sus contrapartes mexicanas y canadienses.
En octubre de 2020 las autoridades mexicanas tomaron medidas contra las denuncias de condiciones de trabajo forzoso en la misma plantación de tomates.
La Sección 307 de la Ley Arancelaria de 1930 de Estados Unidos prohíbe la importación de mercancías producidas, total o parcialmente, por trabajo de convictos, trabajo forzado y trabajo contratado, incluido el trabajo infantil forzado o contratado.
La CBP detiene los envíos de mercancías sospechosas de violar este estatuto. Ante la medida, los importadores de los envíos detenidos pueden demostrar que las mercancías no fueron producidas con trabajo forzoso.
La OIT estima que 25 millones de trabajadores sufren condiciones de trabajo forzoso en todo el mundo.
Según la CBP las empresas explotan el trabajo forzoso para vender bienes por debajo del valor de mercado, lo que expone a la población vulnerable a condiciones laborales inhumanas como violencia física y sexual, aislamiento y restricción de movimiento.