Damasco. Las autoridades de Siria ejecutaron el jueves a 24 personas sentenciadas a la pena capital por haber causado los incendios forestales del año pasado que dejaron tres muertos y arrasaron con miles de hectáreas de bosques, informó el Ministerio de Justicia sirio.
Las ejecuciones son algo común en Siria, un país devastado por la guerra, pero el número de ejecutados en un solo día fue mayor de lo usual.
El conflicto armado de décadas en Siria ha cobrado la vida de miles de personas y ha obligado a huir a aproximadamente la mitad de la población del país, incluyendo cerca de cinco millones de refugiados fuera de territorio sirio.
El Ministerio de Justicia catalogó a los 24 ejecutados como “criminales que perpetraron ataques terroristas que causaron muertes y dañaron la infraestructura y la propiedad pública”.
Señaló que otras 11 personas recibieron cadena perpetua en el mismo caso y que nueve más, entre ellas cinco menores de edad, fueron condenadas a prisión.
Las sentencias para los menores fueron de los 10 a los 12 años tras las rejas, detalló el Ministerio de Justicia.
A finales de 2020, el Ministerio anunció que las autoridades habían detenido a decenas de personas que confesaron haber planeado los incendios a partir de agosto de ese año. El fuego iniciado en septiembre afectó a 280 poblados y aldeas y causó daños a 370 viviendas, agregó el Ministerio.
De acuerdo con las autoridades, las llamas consumieron un total de 24 mil hectáreas de bosques y plantíos.
Se registraron incendios forestales en varios países de Medio Oriente en octubre de 2020 en medio de una ola de calor inusual para esa época del año y Siria en particular fue de los más afectados. Tres personas murieron en los incendios, que también arrasaron con áreas extensas de bosques, principalmente en Latakia y la provincia central de Homs.
El poblado de residencia del presidente Bashar Assad, Qardaha, en la provincia de Latakia, se vio afectado severamente por las llamas, que dejaron fuertes daños en un edificio usado como almacén para la compañía tabacalera propiedad del Estado, parte del cual se vino abajo.