Morelia, Mich. La corriente magisterial Poder de Base irrumpió esta mañana en la ceremonia cívica Mártires de Uruapan, que encabezó el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, para exigir el pago de las tres quincenas que aún les deben, además de bonos y prestaciones, desde hace meses.
Con pancartas los manifestantes exigieron al morenista Ramírez Bedolla que cumpla su palabra y pague el adeudo, tal y como lo declaró el pasado 1 de octubre al asumir el cargo de gobernador.
Esta expresión sindical, que hasta hace tres años fue parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), es encabezada por Benjamín Hernández y desde hace 100 días mantiene bloqueadas las vías del tren a un costado de la comunidad de Caltzontzin, de Uruapan, y desde hace más de un mes también están bloqueadas las vías férreas en la avenida Siervo de la Nación, en Morelia.
A decir de la dirigencia centista en Michoacán que encabeza Gamaliel Guzmán, la corriente sindical denominada Poder de Base, que forma parte también de la organización Frente Nacional de Lucha Por el Socialismo, aglutina a unos dos mil maestros de los más radicales del magisterio, así como normalistas y un grupo de comuneros.
El bloqueo tiene paralizados docenas de trenes y 48 mil 719 toneladas de combustóleo, químicos, acero, cemento, entre otros productos que fueron desembarcados en el puerto Lázaro Cárdenas para su distribución en el centro del país.
El pasado 17 de octubre, dirigentes estatales de la CNTE de al menos 15 estados del país, entre ellos Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Ciudad de México y Morelos, desconocieron públicamente a la corriente magisterial Poder de Base, incluso acusaron a sus integrantes de “porros”.
En tanto, el dirigente de Michoacán, Gamaliel Guzmán hizo hincapié en torno a las denuncias presentadas ante la Fiscalía General del Estado en contra de maestros de Poder de Base por lesiones, daño en las cosas, como lo ocurrido en las instalaciones de la CNTE hace más de dos años, cuando varios de sus compañeros fueron golpeados brutalmente; o lo sucedido en abril de 2021 cuando incendiaron las instalaciones de la Casa Hotel en Morelia, y más recientemente el pasado 1 de octubre, fecha en que incendiaron oficinas que se ubican en Morelia, en la salida a Pátzcuaro.