Ciudad de México. Durante el foro Jesuita de Derechos Humanos, especialistas y defensores de derechos humanos consideraron urgente modificar el fallido modelo de seguridad pública y buscar un nuevo “paradigma” ante la evidencia de que la militarización a la que se le ha apostado, hasta ahora no tiene resultados positivos. Denunciaron que las fuerzas armadas han acumulado una cantidad de funciones y presupuesto, muchas de las cuales, ni siquiera tienen que ver sus funciones amen de que 146 de sus tareas, no existe información pública sobre las partidas asignadas.
En el foro organizado por la Universidad Jesuita de Guadalajara, su rector, Luis Arriaga sostuvo que México enfrenta una grave crisis de violaciones sistemáticas de derechos humanos. “ Esta crisis nos obliga a una profunda reflexión sobre qué significa ser una universidad jesuita ante esa realidad”.
La especialista del Centro de Investigación y Docencia Económica, Catalina Pérez Correa descalificó el crecimiento de las tareas de las fuerzas armadas en los últimos años: los resultados del informe “Inventario nacional de lo militarizado”, en el que se da cuenta de cómo las funciones que realizan las fuerzas armadas han aumentado y, con ellas, el presupuesto que reciben, no así la transparencia en la rendición de cuentas.
Agregó que de 246 funciones que se han militarizado, 140 no tienen información pública sobre el presupuesto que se les ha asignado, además de que han recibido estas tareas “con acuerdos o convenios de difícil acceso fundamentados en artículos muy genéricos.
Por su parte, Ernesto López Portillo, quien trabaja en el Programa de Seguridad Ciudadana de la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México afirmó que el modelo de seguridad obedece a un “paradigma fallido” que es urgente modificar. Es un esquema centrado en el uso de la fuerza y el castigo penal que, está demostrado, no funciona para reducir la violencia. Al contrario, aumenta la fuerza, aumenta la violencia, aumenta la fuerza, un círculo vicioso que se alimenta a sí mismo.