La Habana. El gobernador de La Habana, Reinaldo García, dijo el miércoles que no está dispuesto a "negociar en ninguno de los escenarios" la realización de una manifestación convocada por grupos opositores el 15 de noviembre, cuando la ciudad estará celebrando los 502 años de su fundación con diversas actividades públicas.
"Tenemos razones más que suficientes para celebrar a lo grande en medio de estas contingencias", dijo García en conferencia de prensa. "No estamos dispuestos a negociar en ninguno de los escenarios".
El funcionario anunció una serie de eventos culturales para los días previos al aniversario de La Habana el 16 de noviembre, que coinciden el día 15 con el regreso del turismo internacional a la isla, la vuelta a clases de más de 124.000 niños de primaria, el Festival Bienal Internacional de La Habana y la convocatoria a la manifestación.
Por su parte, el grupo opositor Archipiélago con otras agrupaciones en otras seis provincias de Cuba, mantienen la convocatoria a la marcha en demanda de un "cambio" y la liberación de presos políticos, pese a que las autoridades la han declarado "ilegal".
García dijo que las actividades culturales y sociales previstas para noviembre son el "centro de la atención del más de 86%" de la población cubana que ratificó en 2019 la nueva Constitución, que prevé "el carácter irrevocable de nuestro socialismo".
El gobernador de La Habana dio a conocer que, después de meses de confinamiento, abren museos y bibliotecas, así como el transporte se normalizará.
Los restaurantes y cabarets también vuelven a recibir clientes, guardando medidas sanitarias, y habrá actividades como "Divierte en el malecón", con el cierre los sábados de esta emblemática avenida costera, para convertirla en un paseo peatonal con eventos culturales y oferta gastronómica para los habaneros.
Archipiélago, un grupo de debate político en Facebook, solicitó semanas atrás autorización para realizar la manifestación en una ruta establecida por una zona céntrica de La Habana.
Las autoridades respondieron el 12 de octubre, considerándola "una provocación" y que tiene "la intención manifiesta de promover un cambio de sistema político en Cuba".
Archipiélago llamó esta semana a acciones para el 14 y 15 de noviembre, entre las que está vestir de blanco el día de la manifestación, colgar sábanas y mantas blancas en los balcones, cacerolazos y apagón al noticiero de la televisión estatal.
La iniciativa se da tras las manifestaciones del 11 de julio al grito de "Tenemos hambre" y "Libertad", que dejaron un muerto, decenas de heridos y un millar de detenidos, de los cuales siguen en prisión unos 500.
Cuba se encuentra inmersa en un profunda crisis económica por el desplome de ingresos por turismo y el endurecimiento del embargo estadounidense, que han llevado a una severa escasez de alimentos y medicinas.