Texcoco, Méx. La Universidad Autónoma Chapingo (UACh) informó que busca desarrollar variedades híbridas locales y regionales de la flor de cempasúchil, ante la gran demanda de la industria avícola de México en el consumo de carotenoides (pigmentos) procesados a partir de oleorresina importada que se obtiene de la flor.
El profesor investigador del Departamento de Fitotecnia, Miguel Ángel Serrato Cruz, explicó que aún cuando el país es centro de origen de esta flor prehispánica y de gran cultura para la población mexicana, China, India y Perú están dominando la industria para producir la flor de cempasúchil, la obtención de oleorresina y también la producción de pigmentos.
Agregó que los pigmentos sirven para dar color amarillo a algunos productos como el huevo, debido a que se da como alimento a las gallinas y facilita la fecundidad aviar; además de que tiene otros usos industriales y agrícolas.
“México registra una alta demanda de pigmentos obtenidos de esta flor e importa oleorresina, y con ella se obtienen pigmentos en polvo o líquidos para la industria avícola”, dijo.
Consideró que, ante esta demanda, hay una alta posibilidad de que empresas chinas se instalen en el país y abastezcan de estos pigmentos a los productores avícolas.
Serrato Cruz comentó que el país cuenta con germoplasma de primera calidad para llevar a cabo investigación enfocada en la producción de carotenoides.
Destacó que la UACh ha trabajado en la selección de líneas progenitoras de híbridos valiosos, de alta competitividad internacional, que permiten la autosuficiencia en el abasto de pigmentos de cempasúchil.
Aseguró que al obtener mejores variedades de esta flor se puede reducir la importación de maíz amarillo (dirigida al sector ganadero), además de tener suficiente abasto de semilla para uso ornamental.
“Se puede explorar la posibilidad de ampliar el periodo de uso ornamental, lo que conllevaría a reforzar la cultura milenaria que tenemos en el país sobre esta flor”, explicó.
El profesor detalló que existe la posibilidad de incorporar a productores locales y regionales a la industria de pigmentos de cempasúchil, además de generar opciones para el consumo humano de antioxidantes baratos como hortaliza de flor.