Ciudad de México. Gracias al trabajo consistente y a contracorriente de un muy pequeño grupo de penalistas y peritos independientes, de la familia Ochoa Plácido y de defensores de derechos humanos, a 20 años del asesinato de la abogada veracruzana Digna Ochoa cabe la esperanza de que en los próximos meses la Corte Interamericana de Derechos Humanos emita una resolución que reconozca que éste fue un asesinato, y no un “suicidio simulado”, como lo concluyó en su momento la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, que encabezaba en ese momento Bernardo Bátiz.
Esta mañana, en la sede de la Comisión de derechos humanos de la ciudad de México, el Grupo de Acción por los derechos humanos y la justicia social, que encabeza la chihuahuense Norma Andrade, entregó una serie de reconocimientos a mujeres y hombres que acompañaron el complejo proceso de hacer valer una verdad jurídica e histórica opuesta a la versión oficial que se ha mantenido inamovible a lo largo de cuatro sexenios.
Como pieza fundamental de esta lucha fue reconocido con un minuto de sentidos y adoloridos aplausos el cineasta Felipe Cazals, quien dirigió El docudrama “Digna… hasta el último aliento”, pieza fundamental de su cinematografía.
La actriz Vanessa Bauche, quien en aquel filme interpretó a Digna Ochoa, de 37 años al momento de su asesinato, recibió el reconocimiento a nombre de Cazals, fallecido hace apenas tres días, frente a su silla vacía.
Vanessa Bauche recordó que esa película, como el resto de la obra del maestro Cazals, es una provocación para que los mexicanos rompan el Pacto de Silencio y puedan esperar en el futuro un país mejor.
“Hasta donde estés, Felipe, va nuestro abrazo”, expresó la defensora Norma Andrade, cuya lucha y activismo inició en ciudad Juárez a partir de la desaparición de su hija.
Por otra parte, fue reconocido el trabajo del abogado Antonio Becerril, quien en 2006, por petición de la familia Ochoa, trabajo en tres dictámenes periciales, de criminalística, química y medicina forense— con técnicas innovadoras en aquella época— para sustentar la hipótesis del asesinato en el caso digna Ochoa. Fue este cúmulo de información la que permitió que años más tarde, el abogado David Pena pudiera llevar la investigación a la corte interamericana de derechos humanos. En abril de este año se escuchó en esa corte internacional la audiencia final y hoy se está en espera del veredicto.