Ciudad de México. Los altos costos que se exigen como contraprestación por el espectro radioeléctrico evidencian “una ceguera pública, una ceguera institucional” que prioriza ingresos de corto plazo para las haciendas públicas en menoscabo del desarrollo digital, consideró Adolfo Cuevas Teja, comisionado presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Al hablar de algunos pendientes que a su parecer hay en sector de telecomunicaciones, destacó las barreras locales que se tienen en el despliegue de infraestructura digital y, sobre todo, el costo del espectro radioeléctrico, un punto que se integra en la Ley Federal de Derechos, cuyas modificaciones para el próximo año están a discusión en la Cámara de Diputados.
“Tenemos que cuidar que el valor que se exige por el espectro radioeléctrico disminuya drásticamente. Es una ceguera pública, una ceguera institucional, creer tener unos cuantos pesos, unas cuantas monedas hoy en la bolsa de las haciendas públicas y sacrificar el futuro del desarrollo digital que nuestras naciones merecen y necesitan”, dijo el titular del regulador de México.
Durante el Congreso Latinoamericano de Transformación Digital, que se lleva a cabo de manera virtual, Cuevas Teja urgió a los gobiernos para que pongan al centro la agenda de telecomunicaciones porque “no tendrá sentido hablar de derechos a la educación, a la salud, a la expresión, a la comunicación, si no es en el contexto del orden digital”.
En ese sentido dijo que la ventana de oportunidad que tienen países de América Latina para mover sus economías a lo digital es corta, si es que no se quieren rezagar frente a otros países.
“La transformación digital es una ventana de oportunidad que no estará ahí para siempre, no es algo que podamos tomar en cualquier momento. Algo que nos ha enseñado la economía digital es que los primeros en entrar se colocan en una posición de enorme ventaja que ya no pierden después”, comentó.
Agregó que así como lo ha evidenciado la experiencia de empresas que llegaron primero a este sector, un curso similar se aplica a las naciones. “Si no asumimos pronto la transformación nacional a una nueva realidad digital, nos quedaremos rezagados”, recalcó.
En el mismo encuentro, Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, explicó que 40 millones de hogares en la región no están conectados a internet y sólo 25 por ciento de la población más pobre tiene acceso a un dispositivo con conexión.
“Resolver este desafío supone incrementar, según la industria, la inversión en infraestructuras digitales 60 por ciento de aquí al año 2025”, advirtió.