Ciudad de México. Habría que retomar algunas viejas prácticas de la izquierda y salir a la calle a militar, coincidieron los participantes en el debate La nueva y la vieja izquierda, una de las últimas actividades del la XXI Feria Internacional del Libro en el Zócalo que este domingo llegó a su fin.
“Aprendamos de lo mejor de la izquierda eterna. La vieja izquierda sí existe y ha estado sobreviviendo a lo largo de los años en este país”, comentó Paco Ignacio Taibo II, moderador de la mesa.
El término vieja izquierda “no es peyorativo, sino ideológico y sujeto a debate. Ojalá su fantasma nos siga acompañando. No es un problema de desamor por la vieja izquierda abnegada, entregada, encarcelada, que abrió la puerta a la democracia en México a través de años y años de lucha”, mencionó.
La senadora Citlalli Hernández reconoció que a su generación le tocó un escenario de mayor libertad y acceso a los derechos, aunque también sirvió como “bisagra” entre la izquierda de oposición, en resistencia y la izquierda gobernante. Para las nuevas generaciones hay dos causas asumidas como propias: la feminista y la ambiental, causas que siempre han existido, sin embargo, había otras prioridades en algún momento.
Para el periodista Pedro Miguel, la diferencia entre las izquierdas y la derecha antes de política es ética, porque para ésta última “nacemos con la marca del pecado original, mientras que para los primeros los humanos somos unos bichos básicamente buenos que pueden extraviarse por las circunstancias que viven”.
En México “se vive un experimento, una especie de laboratorio, de hacía dónde orientar el proyecto civilizatorio que proponen unas izquierdas que son de toda la vida”, explicó.
Según la socióloga Elvira Concheiro la Feria Internacional del Libro en el Zócalo ha sido, y más en estos últimos años, “una expresión de la izquierda, la que piensa en la cultura, a la que le interesa el debate”.
“Nos preocupa plantear cuál es nuestra situación en cada momento porque no es fácil la postura que toma la izquierda que es del cambio”, agregó.
El filósofo Armando Bartra trajo a colación el caso de Felipe Carrillo Puerto, quien vivió dos etapas de la izquierda: primero, en oposición y resistencia; después, como gobernador de Yucatán encabezando un movimiento socialista en construcción.
“Formo parte de la izquierda en resistencia, lo he sido durante toda mi existencia, salvo los últimos tres años, y una en construcción que empezamos a desarrollar ahora”, destacó Bartra.